Adicciones comportamentales o Socioadicciones

Adicciones comportamentales o Socioadicciones

En nuestro centro somos expertos en el tratamiento de adicciones comportamentales o socioadicciones y ofrecemos apoyo y orientación a nuestros pacientes para ayudarles a superar su dependencia y recuperar el control de sus vidas, tanto en el ámbito personal como en el social

Las adicciones comportamentales o no tóxicas son aquellas en que existe tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia, como puede suceder con la adicción a las drogas.

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Características de la adicción comportamental:

  • Aparición de un patrón desadaptativo de conducta que causa malestar significativo en la persona que lo padece.
  • Compulsión a la hora de realizar la conducta.
  • Pérdida de control sobre la actividad.
  • Incapacidad para abstenerse.
  • Aparición de síntomas de abstinencia cuando no se puede realizar la acción.
  • Persistencia de la realización de la conducta a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas de la misma.

Todo ello se manifiesta de igual forma en las adicciones a sustancias químicas, lo que revela que subyace un mismo funcionamiento bioquímico y psicológico. Sin embargo, una de las dificultades de tratar este tipo de adicciones y que lo diferencia de la intervención en la adicción a las droga, es que el objetivo no es la abstinencia total de la conducta adictiva, sino aprender a realizarla de una forma adaptativa y sin abusos.

En Gabinet Psicològic Mataró contamos con una Unidad de Adicciones Comportamentales, formada por psicólogos y psiquiatras expertos en este campo. Ellos se ocupan al 100% del diagnóstico y el tratamiento de adolescentes y adultos afectados por cualquier adicción comportamental, diseñando un plan terapéutico individualizado en función de las características de cada caso.

Nuestro gabinete está totalmente especializado en el tratamiento de las adicciones comportamentales tales como el juego patológico o ludopatía, la adicción a Internet, la adicción a las compras o la adicción al teléfono.   Todas ellas requieren ser tratadas por parte de un psicólogo experto en adicciones comportamentales para garantizar el éxito de la terapia. Con un debido estudio en profundidad de la adicción, los especialistas pueden diseñar una terapia totalmente personalizada y adaptada a cada sujeto.

La adicción al juego o ludopatía es un trastorno psicológico de los impulsos incontrolable, en el cual la persona siente la necesidad de jugar de forma persistente y progresiva.

Esta enfermedad puede tener numerosas consecuencias negativas en la vida personal y profesional del afectado. Además, esta patología se clasifica dentro del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-IV-TR) como un trastorno “sin sustancias” que se caracteriza por el bajo control sobre los impulsos del afectado.

Desde 1977 están regularizados los juegos de azar en España. Reino Unido, Francia y Alemania encabezan el ranking de 2004 de países en donde se gasta más dinero en juego per cápita. Estos tres países sumados a España e Italia acaparan el 75% del gasto total en juegos de azar en la Unión Europea. Estos datos muestran la importancia que en la actualidad tiene el juego en la industria del ocio.

¿Cómo detectar la adicción al juego?

  • Este tipo de adicción puede afectar a personas de cualquier edad y género, por lo que es importante que los familiares y amigos que rodean al paciente sepan detectar los primeros síntomas.
  • El primer síntoma que permite detectar esta patología es cuando la persona desarrolla pensamientos irracionales en relación a los premios que puede obtener mediante el juego.
  • En este momento, el juego deja de ser un mero entretenimiento para pasar a ser una necesidad.
  • Pérdida de control sobre el juego. Va aumentando progresivamente, llegando al punto en el que lo único que preocupa al afectado es obtener dinero para seguir jugando y apostando, a pesar de las consecuencias adversas.

¿Qué tipos de jugadores existen?

  • Jugadores recreativos: Son jugadores que no lo hacen con mucha frecuencia, y cuando lo hacen simplemente es por pura diversión. No tienen consecuencias negativas en su vida diaria, ya que dedican poco tiempo y dinero a jugar.
  •  Jugadores de riesgo: Juegan con mayor frecuencia de lo recomendado, y puede que ya hayan experimentado dificultades debido al juego. En su mayoría, todavía pueden controlar sus impulsos y evitar consecuencias negativas, aunque están en riesgo de caer en la ludopatía. 
  • Jugadores problemáticos: Este tipo de jugadores dedican más tiempo y dinero a esta actividad de lo que se pueden permitir. Cuando el juego comienza a convertirse en adicción, los afectados experimentan consecuencias negativas, empiezan a mentir o encubrir el alcance de su juego, se aíslan y pasan de jugar acompañado o entre amigos a hacerlo en solitario, etc. 
  • Jugadores patológicos: Este tipo de jugadores ya presentan un cuadro de trastorno psicopático (reconocido al DSM-III – Trastorno del control de los impulsos), y deben ser tratados adecuadamente para controlar esta adicción.

¿Qué etapas existen dentro de la adicción de los jugadores?

  • Etapa dorada: Cuando el individuo comienza a experimentar ganancias gracias al juego y a necesitar cada vez más, se hacen visibles los primeros síntomas de la adicción. En este momento deja de ser consciente de sus pérdidas aunque sean mayores, y se centra sólo en las ganancias.
  • Etapa de desesperación: Cuanto más dinero se arriesga, también es más fácil perderlo. El jugador tan sólo consigue dinero para poder seguir jugando y cree que es la única forma de recuperar lo perdido.
  • Etapa de desesperanza: Cuando el individuo entra en un círculo vicioso y es consciente de que no hay solución a sus problemas. En ocasiones recurre a personas cercanas a él para que lo ayude con sus deudas.
  • Etapa de aceptación: El jugador ya es consciente de sus problemas con el juego y busca ayuda.

Conclusión:

Lo más recomendable para salir de este tipo de trastorno es pedir ayuda a profesionales que, gracias a su experiencia y conocimientos, pueden estudiar de forma individualizada el caso del adicto al juego. Como también otras adicciones como al tabaco o al trabajo.

El apoyo externo por parte de familiares y amigos de la persona afectada debe ser el máximo posible, ya que así el sujeto se sentirá arropado por su círculo más cercano.

La adicción a las compras puede aparecer en cualquier momento de la vida, y afecta tanto a hombres como a mujeres.

Hay ocasiones en las que un simple acto común, puede convertirse en problemático si se hace de forma impulsiva, incontrolada y con mayor frecuencia de lo normal. También conocida como oniomanía, la adicción a las compras es un trastorno psicológico, en donde el sujeto experimenta un deseo incontrolado de comprar sin una necesidad real.

Este tipo de adicción se da con más frecuencia entre personas que padecen trastornos del estado de ánimo, depresivos o de baja autoestima. Aunque también se puede dar en personas con enfermedades mentales como el trastorno bipolar o el trastorno límite de personalidad.
Pero, la compra compulsiva ¿sólo se da en personas más débiles psicológicamente? ¿O también puede afectar a cualquiera? En realidad, afecta a más personas de lo que puedes imaginar. Y es que muchas veces hemos visto como, con la llegada de las rebajas, las tiendas se llenan de gente que compra sin control, y en la mayoría de los casos, sin necesitar el 95% de lo que compran. Esta adicción suele afectar por lo general más a las mujeres que a los hombres.
La edad oscila entre los 30 años y los 40 años. Aunque también los adolescentes tienen cada vez más como forma de ocio salir a comprar sin límites y sin control. El acto de comprar genera, para aquellos que tienen esta adicción, una satisfacción de forma inmediata, encontrando sentido a su vida, y consiguiendo eliminar temporalmente sus problemas. En muchos casos, los objetos comprados terminan escondidos o siendo destruidos, ya que el afectado siente vergüenza o culpabilidad. Para eliminar este sentimiento, el sujeto necesita comprar más, por lo que se acaba atrapado en un círculo vicioso, del que es difícil de salir.

Al realizar la compra, el sujeto experimenta  una gran excitación emocional. Cuanto mayor sea el tiempo de espera hasta la adquisición del objeto comprado, más aumenta la intensidad del deseo. Es la sensación de que cuando nos sentimos tristes o agobiados, gastar aliviará nuestra ansiedad y olvidaremos nuestros problemas. Comprar hace a la persona adicta sentirse viva, importante, llamar la atención, y saciar el vacío que causan la soledad, las tensiones o la incomprensión.

¿Cómo detectar la adicción compulsiva a las compras?

  • Aparición de ansiedad asociada a lugares de compra.
  • Pensamientos intrusivos e incontrolados sobre el deseo de comprar.
  • Imposibilidad de controlar los impulsos.
  • Sentimiento de satisfacción y relajación tras realizar la compra.
  • Sentimiento de culpabilidad.
  • Baja autoestima.

¿Cómo superar esta enfermedad?

El primer paso es ser consciente del problema, para poder buscar ayuda externa. El adicto se da cuenta de la necesidad de consumir cada vez más, experimenta síndrome de abstinencia cuando no puede satisfacer dicha necesidad, y pérdida de control, es incapaz de frenar el consumo.   La psicoterapia es altamente necesaria en estos casos.

De lo contrario, la adicción puede durar largo plazo, o incluso toda la vida, llevando a las personas que compran de forma compulsiva a la ruina financiera.   Sólo con la modificación de la conducta y del control de los impulsos es posible controlar la ansiedad y los conflictos interpersonales, cambiando así el estilo de vida del paciente afectado por la adicción a las compras.   Motivos asociados a la adicción a las compras:

  • Miedo
  • Tristeza
  • Depresión
  • Vacío
  • Carencias emocionales
  • Conflictos familiares
  • Problemas laborales
  • Soledad
  • Insatisfacción personal
  • Baja autoestima

En Gabinet Psicologic Mataró llevamos años estudiando los comportamientos sociales que acaban en adicción, y ayudando a miles de personas a controlar sus impulsos. No sólo la adicción a las compras afecta a un buen número de personas. La adicción a los juegos, adicción al trabajo, o adicción a Internet, entre otras, afectan a miles de personas cada año. Poner solución a tiempo puede reparar la vida de muchos.

La adicción al trabajo nos puede hacer pasar episodios de ansiedad y estrés en nuestra vida diaria.

El estrés que en la actualidad muchos vivimos al estar sumergidos en la rutina y el trabajo termina convirtiéndose para muchos en adicción. Es una de las más aceptadas y justificadas socialmente, aunque el sujeto en cuestión tiende siempre a negar su problema. Otras adicciones también muy comunes, pero no tan aceptadas son la adicción al juego o la adicción a internet.

¿Cuál es el perfil del adicto al trabajo?

Por lo general, los Workaholic son personas perfeccionistas, irritables e insatisfechas cuando están fuera del trabajo. En su mayoría son varones profesionales entre 35 y 50 años. Esta adicción no se refiere únicamente a lo que se considera trabajo remunerado, sino también a la adicción a otras actividades tales como practicar deporte, la música o el arte.

En ocasiones, este tipo de adicción puede venir dado por problemas externos, como bien pueden ser familiares o de pareja. En este caso, el sujeto encuentra en su trabajo un refugio, convirtiéndolo en el eje sobre el que gira su vida. Todo lo demás, ya sea vida social, ocio, o familia, queda en un segundo plano. Además, estas personas no sólo se limitan a su horario de trabajo, sino que no pueden desconectar, y se llevan gran cantidad de tareas a casa para seguir trabajando por la noche o los fines de semana.

Consecuencias de la adicción al trabajo

  • Relaciones familiares deterioradas.
  • Tendencia al aislamiento.
  • Malhumor e irritabilidad.
  • Desinterés por las relaciones interpersonales no productivas.
  • Problemas de salud.
  • Consumo abusivo de sustancias como el alcohol y el tabaco.
  • Poco tiempo libre.
  • Alteraciones del sueño.

¿Qué hacer para desconectar del trabajo?

El trabajo es un pilar fundamental en la vida de muchas personas. Sin embargo, también hay que saber disfrutar del tiempo libre. En definitiva, saber desconectar. Para ello, es importante realizar actividades con amigos y familiares, practicar deporte, o viajar.

En el tiempo libre lo mejor es no pensar en qué tareas dejaste por hacer, o cuáles son las que tienes pendientes en tu próxima jornada laboral. Esto no es un caso de gravedad, siempre que no afecte a tu vida personal y a las relaciones personales con los que te rodean.
Esto resultar peligroso si nos cargamos de estrés por no poder entregar un proyecto a tiempo, o por las consecuencias de fallar en tus tareas. Todo ello puede causar efectos secundarios como insomnio, trastornos del estado de ánimo, dermatitis, etc. Para evitar estas consecuencias, te traemos unos cuantos trucos que te ayudarán a controlar la ansiedad y el estrés por el trabajo:
  • Dosifica las tareas en tu horario de trabajo:

Para ello, debes intentar repartir bien el trabajo dentro del horario estipulado. Evita horas muertas o de poca actividad, intentando adelantar todo lo que puedas de futuros proyectos.

  • Habla con compañeros de trabajo siempre que te sientas frustrado:

Ayuda a descargar ansiedad, e incluso puedes recibir consejos y ayuda de aquellos que te rodean en tu ámbito laboral. Del mismo modo, escuchar los problemas de personas de otro sector y empresas pueden hacerte pensar que no eres tú sólo el que sientes presión y estrés en el trabajo.

  • Busca un hobby, desarrolla otras aficiones:

Realizar actividades que te gustan hará que desconectes. Ayudará a que te sientas mejor contigo mismo, y te permite abrir tu círculo social, conociendo a gente con tus mismos gustos y aficiones.

  • Ser positivo, dejar los problemas a un lado.

En el trabajo, lo general es que estemos resolviendo problemas todo el tiempo. A veces, dentro de nuestro desarrollo profesional, las cosas salen mal, y otras veces salen bien. Es por ello que no debemos ser demasiado exigentes con nosotros mismos. Equivocarse es de humano. Por ello, intenta aprender de los errores, ver el lado positivo a las cosas, e intentar que no vuelvan a suceder.

  • Vive el día a día

Piensa que la vida es corta, y que lo que no disfrutes hoy, seguramente, no lo podrás disfrutar mañana. A veces nos hace falta un estímulo para valorar las cosas que tenemos, y aprender a disfrutar realmente de lo que nos rodea. Es por ello que no pierdas el tiempo. Vive el día a día como si fueras a morir mañana.

Tratamiento para la adicción al trabajo:

El primer paso es reconocer el problema que padecemos. Ser consciente de éste nos ayudará a pedir ayuda a profesionales. La terapia más eficaz es la Cognitivo-Conductual, con tratamiento farmacológico en los casos más extremos que lo requieran.

¿Eres adicto al trabajo?

Contesta estas preguntas simplemente con un SÍ o con un NO.

  1. ¿Te llevas trabajo normalmente a casa?
  2. ¿Le das mayor prioridad al trabajo que a tus amigos/familia durante tus vacaciones?
  3. ¿Hablas del trabajo en conversaciones con tus amigos/familia?
  4. Si tu horario de trabajo ha terminado, pero te quedan tareas pendientes ¿te quedas más tiempo para poder acabarlas?
  5. Cuando llegas a casa después de una larga jornada de trabajo, ¿eres capaz de desconectar y dedicar tiempo a otras actividades?
  6. Si ya tienes programadas tus vacaciones, pero aparecen problemas de última hora, ¿las cancelas para poder resolverlos?
  7. ¿Sientes que tus amigos/familia piensan que dedicas demasiado tiempo al trabajo?

Si tu respuesta para la mayoría de estas preguntas es afirmativa, coméntalo con un profesional que te aconseje y ayude a resolver tus problemas tanto en tu vida profesional como personal.

Los videojuegos crean adicción con síntomas similares a los consumidores de drogas y alcohol.

La adicción a los videojuegos consiste en el uso en exceso y de forma compulsiva de esta forma de entretenimiento, llegando a afectar a la vida personal y profesional del sujeto. Estos suelen presentar alteraciones psicológicas como trastornos de ansiedad, la irritabilidad o la ira, entre otras.

Con la llegada de las nuevas tecnologías, se ha desarrollado este tipo de adicción, sobre todo en niños y jóvenes, por lo que es un fenómeno relativamente reciente. La interactividad y el mundo online ha hecho que muchas personas encuentren en los videojuego una vida virtual, paralela a la real, de la que en ocasiones es difícil salir conforme más tiempo se juega. El tratamiento para este tipo de adicción es variable, pero por lo general consiste en concienciar a los sujetos del problema que les afecta, y elaborar un horario en el que se le distribuyen las diferentes actividades durante el día.

¿Dónde está el límite?

Este límite es una delgada línea entre el juego por entretenimiento y el juego por adicción. Muchos videojuegos pueden incluso estimular el pensamiento abstracto. No obstante, dedicar largas horas delante de la pantalla sin poder despegarse de ella, llega a convertirse en adicción.

¿Cómo prevenir la adicción a los videojuegos?

En el caso de los menores, los padres deben estar muy atentos y controlar el tiempo que sus hijos pasan con los videojuegos. Para ello, establecer un horario fijo en el que no se les permita a los niños pasar delante de la pantalla más de una diaria es de gran relevancia.

¿Cómo detectar la adicción?

En muchos casos, las personas adictas a los videojuegos dejan de preocuparse por tareas diarias básicas como la alimentación, la higiene personal, o los estudios o el trabajo. Este es un cuadro sintomático muy parecido al que pueden padecer las personas con adicción al juego.

Otros signos de adicción es la fatiga, cambios en los horarios de sueño o trastornos de conducta. Nos podemos encontrar en ocasiones también con un cuadro de trastorno más grave y preocupante, en el que la persona adicta a los videojuegos sufre ansiedad o depresión.

Todo ello puede venir además motivado por una serie de problemas externos, bien sean familiares o profesionales, en donde el sujeto busca refugio en esta realidad virtual que hemos nombrado anteriormente. Este es el momento en el que se debe recurrir a la ayuda e intervención de un profesional. Consecuencias de la adicción a los videojuegos:

  • Pérdida de libertad y control sobre los impulsos.
  • Pérdida de la noción del tiempo y las pautas horarias.
  • Disminución de las relaciones sociales y personales.
  • Bajo rendimiento académico o profesional.
  • Problemas familiares y discusiones continuas o distanciamiento.
  • Problemas económicos.
  •  -Problemas de la salud física y mental.

¿Cómo evitar estas situaciones?

Cualquier situación extrema trae consigo consecuencias negativas. Es por ello que uno de los objetivos de los videojuegos es disfrutar y entretenerse, sólo o acompañado, pero no ser esclavos de ellos.

  1. Controlar y limitar los tiempos de exposición.
  2. No utilizar los videojuegos para entretener a nuestros hijos mientras realizamos otras tareas.
  3. Regular la compra de videojuegos.
  4. Realizar actividades alternativas fuera de casa.

Conclusión:

Los videojuegos son una forma de entretenimiento cada vez más común. En el caso de los niños y adolescentes, debe existir un control exhaustivo por parte de los padres del uso que los hijos hacen de los videojuegos, controlando los tiempos, y proponiendo un horario de actividades variado.

Si nos damos cuenta tarde de que una persona presenta este cuadro de adicción, consultar con un profesional, y dar el máximo apoyo al sujeto mediante planes alternativos, control de los horarios, la alimentación y las horas de sueño. Según el caso, es conveniente recurrir a técnicas de estudio y refuerzo escolar

¿Sabes cómo evitar la adicción a Internet? En Gabinet Psicològic Mataró podemos ayudarte a superarla.

Con la llegada de las nuevas tecnologías, cada vez son más los que pasan la mayor parte de su tiempo navegando por la red. Además, ya no hace falta estar en un lugar concreto como en casa delante del PC o en el trabajo. Los smartphones nos han llevado a que estemos conectados las 24 horas del día a Internet.

Esto se puede extrapolar hasta la adicción, definida como una actitud o conducta generada como la consecuencia de la dependencia a Internet. Esto lleva al abuso habitual, en donde el sujeto pierde la voluntad sobre sus actos.   La adicción a Internet ha llevado a otro tipo de patologías como la adicción a los videojuegos o a los teléfonos móviles.

Como todas las adicciones, los impulsos son incontrolables, y traen consecuencias negativas en el sujeto como estrés, dificultades sociales, laborales, o incluso económicas.

¿A quién afecta la adicción a Internet?

Hace una década, este tipo de trastornos afectaba a un sector más joven, de entre 15 a 24 años, ya que es un segmento que se adapta con más rapidez a los cambios y a las innovaciones tecnológicas. Sin embargo, hoy en día este segmento ha crecido desmesuradamente. Los adolescentes empiezan cada vez antes a utilizar Internet, y las personas de edad más avanzada ya se han adaptado al desarrollo tecnológico.

Es por ello que este tipo de adicción puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o el género. Incluso hay una gran preocupación social por los más pequeños, que usan Internet como medio de comunicación, en ocasiones con desconocidos, y para jugar vía online.

Tipos de adicciones a Internet

Son muchas las funcionalidades que Internet ofrece a sus usuarios. Es por ello que podemos encontrar diferentes tipos de adicciones. Te contamos cuáles son las más comunes:

  • Cibersexo.
  • Juegos por Internet.
  • Chats.
  • Búsqueda patológica de información.
  • Piratas informáticos.

¿Qué consecuencias acarrea en el sujeto este tipo de adicción?

Las personas dependientes de Internet o con adicción a las nuevas tecnologías dedican su tiempo exclusivamente a realizar estas actividades, dejando de lado otras, incluso sacrificando horas de sueño y descanso.   A todo ello se une la incipiente necesidad por “estar a la última”, adquirir el último lanzamiento tecnológico o ese juego que tanto estabas esperando. Esta necesidad acarrea en muchas ocasiones problemas económicos del sujeto.

En este momento se pierde también la conciencia de lo que es la necesidad real del producto.   Además, son muchas las consecuencias negativas tanto físicas como psíquicas que el adicto a Internet puede tener. Entre ellas, irritación de los ojos, dolor de cabeza, de espalda o de cuello, etc. al pasar largas horas delante de la pantalla. Del mismo modo, el sedentarismo es un problema cada vez más común entre las personas que no son capaces de “sobrevivir” sin Internet, lo que conlleva a problemas de peso u obesidad.

Como trastornos psíquicos, se observa en los adictos a Internet comportamientos obsesivos, pérdida de control de los impulsos, aislamiento social, bipolaridad o trastornos maníaco-depresivos.

Recomendaciones:

  • Para los más pequeño de la casa, controlar el acceso a los contenidos de Internet que tienen y al uso que hacen de éste.
  • Para ello, puedes apagar el router de casa, y sólo encenderlo ciertas horas al día.
  • Intenta establecer unas horas concretas en casa para el uso de Internet. No superar esas horas. Puedes proponer actividades al aire libre tanto en familia como con amigos.
  • Busca aficiones, intereses, actividades con las que compartir nuestro tiempo en sociedad.
  • Evita usar tu teléfono móvil cuando estés en compañía. Recuerda que una buena conversación es siempre mejor que mirar una pantalla.

Con estos consejos podrás evitar que tus hijos o las personas que te rodean creen adicción a Internet, haciéndolos más sociables y extrovertidos.

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En Gabinet Psicològi Mataró contamos con los mejores especialistas en adicciones comportamentales. Por ello, si tú o alguien de tu entorno está sufriendo algún tipo de adicción, no dudes en pedir información. Nuestro equipo intentará ayudarte en todo lo posible

La adicción al teléfono puede llegar a ser una enfermedad muy peligrosa, dado su gran impacto, no sólo en adultos, sino también en adolescentes, y cada vez más en niños.

Según el Instituto de Estadística, el 46% de niños entre 11 y 14 años tienen teléfono móvil. Ir por la calle hablando por teléfono se ve como un acto totalmente natural y cotidiano, por lo que muy pocas personas son conscientes de que realmente existe riesgo de adicción, como alomejor se puede ver más claramente en la adicción al juego o la adicción al trabajo.

También conocida como nomofobia, la adicción al teléfono móvil es, para muchos, la enfermedad del siglo XXI. Son muchas las personas que sienten incluso miedo de estar sin teléfono, aunque no son totalmente conscientes de ello. Pero sin duda, el caso que más alerta es cuando este tipo de adicción se da en los más pequeños. Por eso, antes de comprarles un Smartphone, debemos preguntarnos si realmente lo necesitan.

Razones por las que los menores no deben tener un teléfono móvil:

  • Gasto innecesario en facturas de teléfono. Es una razón de gran peso puesto que, por lo general, los niños y adolescentes, al no hacerse cargo del pago de las facturas, no son conscientes realmente del gasto que hacen.
  • Darles un motivo para no socializarse. Se encierran en el Smartphone, sin disfrutar de todo lo que les rodea. Personas, paisajes, momentos, etc. Incluso cuando están rodeados de amigos, no dejan a un lado el teléfono.
  • Descuido de los estudios. El niño o adolescente dedica demasiado tiempo al teléfono, y descuida el tiempo de estudio, lectura, incluso quitando horas de sueño.
  • Uso del móvil como entretenimiento constante. El mero uso del teléfono para llamar sólo por necesidad ha quedado desfasado. Por lo que nuestros hijos harán siempre un uso abusivo del dispositivo.

Consejos prácticos:

  • Lo más conveniente es retrasar al máximo la edad en que se les compra al niño un teléfono.
  • Cuando se les compra, no tiene porque ser un teléfono de última generación.
  • Si nuestro objetivo es tener a nuestro hijo localizado y saber dónde está, es conveniente comprarle un móvil que disponga de las menos funcionalidades posibles.
  • Educar con criterio debe ser la primera premisa. No ceder ante el chantaje emocional adolescente.

¿Qué hay de los adultos?

En el caso de los adultos, sucede algo parecido. ¿Cuántas veces ha sucedido que nos hemos olvidado el teléfono en casa o nos hemos quedado sin batería, y nos hemos sentido desprotegidos, o como si nos faltara algo que nos entretuviera? Sólo hace falta poner un poco de atención a nuestro alrededor, observar el comportamiento de la gente. Cuando la película termina en el cine, todos buscan su teléfono, lo encienden y miran las notificaciones. Cuando estamos en un avión, lo último que se hace es apagar el móvil, y lo primero al aterrizar es encenderlo. Pero ¿no actúas tú igual? Según los datos de la última encuesta de OnePoll, el 66% de la población británica padece nomofobia.

Este es sin duda un porcentaje muy elevado. La dependencia al dispositivo móvil ha llegado a tal punto que el 41% de los usuarios en el país galo tiene dos teléfonos o más, para poder así mantenerse siempre conectado. Otro dato interesante: el promedio de consultas diarios al móvil es de 34 veces. Aunque dentro de este número hay que tener en cuenta que algunos sólo lo consultan de forma esporádica.

¿Cómo evitar la adicción al teléfono?

  • Realizar las llamadas que tengamos que hacer o mandar mensajes en su momento. No en comidas, conversando o en el trabajo.
  • Dejar las conversaciones de Whatsapps para mas tarde. Nadie se va a morir esperando a que le contestemos. Podemos incluso activar un mensaje automático de “Ahora no estoy disponible”.
  • No necesitas tener el teléfono todo el día en la mano o encima de la mesa. Olvídate de él siempre que puedas.
  • No uses sonido para todo. Tener el móvil en silencio te permitirá usarlo cuando realmente lo necesites, no cuando el teléfono suene.
  • Fijarnos un horario para el uso del teléfono móvil, y modular el tiempo que dedicamos a cada llamada.
  • No llenar el móvil de aplicaciones innecesarias.
  • La clave: el autocontrol.

Aunque puede sonar a broma, la adicción al sexo es un problema psicológico que puede traer al sujeto en cuestión graves consecuencias en su vida cotidiana y en las relaciones sociales.

También se conoce a este tipo de adicción como dependencia sexual, hipersexualidad, ninfomanía (en mujeres), satiriasis (en varones), comportamiento sexual compulsivo o desorden hipersexual. Está considerado por los expertos como una adicción más, comparable a la adicción al juego o la adicción al trabajo. De este modo, debe ser tratado por psicólogos o psiquiatras entendidos en dicha materia.

Algunos de los síntomas de la adicción al sexo:

  • Experimentar fantasías sexuales constantemente.
  • Recurrir a la actividad sexual ante momentos de estrés o depresión.
  • Conducta constante de deseo sexual, que llega a controlar todos los aspectos de la rutina diaria del sujeto.
  • Mayor perturbación emocional, impulsividad e incapacidad para manejar el estrés.
  • Deseo constante de masturbación.
  • Uso excesivo de pornografía, seguidas de sexo consentido o cibersexo.

Causas de la adicción al sexo:

Los profesionales y expertos en adicciones no han llegado a ponerse de acuerdo con respecto a las causas de por qué algunas personas se vuelven adictas al sexo. Aún así, existen varias teorías al respecto. Este tipo de anormalidad puede venir dada por un trastorno bioquímico en el cerebro. 

Algunos estudios han determinado que pueden existir lesiones en la corteza prefrontal medial del cerebro, que dan lugar a comportamientos sexuales compulsivos. En ocasiones, es difícil entender este comportamiento compulsivo desde fuera, en donde el afectado es incapaz de controlar su deseo, y necesita satisfacerlo de forma inmediata. Cuando esto sucede, el sujeto no es capaz de tener consciencia de los problemas actitudinales que todo ello le puede acarrear, ni de realmente el efecto negativo que su conducta puede tener en su vida cotidiana, trabajo, vida social, etc.

Tener una vida normal, compaginar familia, amigos, trabajo… resulta imposible para el adicto al sexo. Todo queda en un segundo plano, siendo la actividad sexual lo primordial y único fin. Si te has sentido identificado con muchos de los aspectos que te hemos descrito en este artículo, te dejamos un cuestionario con el que podrás comprobar si sabes controlar tus impulsos sexuales, o si por lo contrario éstos te controlan a ti. Sólo tienes que contestar si o no.

  1. Cuando tienes ganas de mantener relaciones sexuales, ¿tienes la necesidad de que sea de forma inmediata, sintiendo malestar e incomodidad cuando no puedes saciar tu deseo en ese preciso momento?
  2. ¿El deseo de mantener relaciones te ha supuesto alguna vez problemas en tu vida cotidiana (en el trabajo, con tu pareja, con amigos…)?
  3. ¿Posees control absoluto sobre tus impulsos sexuales?
  4. ¿Alguna vez tu pareja te ha expresado que necesitas tener relaciones sexuales con demasiada frecuencia?
  5. ¿Utilizas material pornográfico (revistas, vídeos, etc.) varias veces al día?

Si a la mayoría de éstas preguntas tu respuesta ha sido afrimativa, quizás deberías plantearte ponerte en manos de profesionales, ya que ellos podrán ayudarte a solucionar tus problemas, que seguramente irán más allá de la adicción al sexo. Te recordamos que no es lo mismo pasión que adicción al sexo. Si tienes ganas de intimar con tu pareja, ¡es totalmente normal!

Te describimos algunos de los síntomas que seguramente tendrás si estás empezando una relación con tu pareja, pero que no debe ser confundido con una adicción a tener relaciones sexales.

  • Fuerte deseo de intimidad y unión física.
  • Deseo de reciprocidad, de que la otra persona tenga los mismos sentimientos que tú.
  • Miedo al rechazo.
  • Pensamiento obsesivo que interfiere en la actividad diaria.
  • Pérdida de concentración.
  • Fuerte actividad fisiológica ante la presencia de la otra persona.
  • Idealización de la otra persona. Resaltar sus cualidades positivas.

En Gabinet Psicològic Mataró, estamos dispuesto a ayudarte y darte el mejor servicio profesional de la zona de Mataró. No dudes en contactar con nosotros siempre que lo necesites.