La vuelta a la rutina: por qué septiembre y octubre son meses clave en la demanda de terapia infantil y juvenil
Con la llegada de septiembre no solo regresan los libros, uniformes y mochilas: también reaparecen muchas de las dificultades emocionales, conductuales y de adaptación que habían quedado en pausa durante el verano. En Gabinet Psicològic Mataró, con más de diez años de experiencia en psicología infantil y juvenil, observamos que septiembre y octubre son los meses en los que más familias deciden dar el primer paso y consultar por el bienestar psicológico de sus hijos e hijas.
La desconexión del verano y el impacto del regreso a clase
Durante las vacaciones, los horarios son más flexibles y la presión académica desaparece. Esto genera un descanso muy beneficioso, pero también puede funcionar como un paréntesis en el que los problemas emocionales de los niños y adolescentes quedan invisibilizados.
Con la vuelta al colegio, ese equilibrio se tambalea: vuelven los horarios estrictos, aumentan las exigencias académicas y resurgen las dificultades que habían quedado escondidas.
Estrés emocional en la adaptación escolar
El inicio de curso es un momento de alto impacto emocional. Los niños y adolescentes pueden experimentar:
- Inseguridad y miedo al integrarse en un nuevo grupo.
- Resistencia ante profesores o centros escolares desconocidos.
- Ansiedad por separarse de los padres tras semanas de convivencia cercana.
- Desmotivación, frustración o presión académica, especialmente en la adolescencia.
Septiembre como oportunidad de cambio para las familias
Muchas familias aprovechan septiembre como un “nuevo comienzo”: igual que organizan extraescolares o rutinas domésticas, también deciden buscar apoyo psicológico para afrontar dificultades emocionales o conductuales arrastradas de cursos anteriores.
Este momento es ideal para establecer objetivos claros y ofrecer herramientas que ayuden a los hijos a comenzar el curso con más seguridad y confianza.
Consejos prácticos para una vuelta al cole más llevadera
- Recuperar rutinas de manera progresiva, ajustando horarios de sueño, comidas y estudio poco a poco.
- Planificar sin saturar, evitando llenar las tardes con demasiadas actividades extraescolares.
- Favorecer la expresión emocional, escuchando miedos e inseguridades, sin juicios ni prisas.
- Organizar el entorno de estudio, con espacios tranquilos, calendarios y rutinas visuales.
- Mantener la calma en casa, ya que la actitud de los padres influye directamente en la adaptación de los hijos.
Señales de alerta: cuándo consultar a un psicólogo infantil o juvenil
No todos los niños necesitan terapia para superar la vuelta a la rutina, pero sí conviene estar atentos a indicadores como:
- Cambios de ánimo intensos y persistentes.
- Rechazo prolongado a asistir al colegio.
- Ansiedad elevada o síntomas físicos frecuentes (dolor de barriga, dolor de cabeza).
- Conductas disruptivas que afectan a la vida familiar o escolar.
- Bajada repentina del rendimiento académico o problemas de concentración.
- Aislamiento social o conflictos constantes con compañeros.
Detectar estas señales a tiempo puede marcar la diferencia: cuanto antes se actúe, más fácil es prevenir que las dificultades se cronifiquen.
Psicólogos infantiles y juveniles en Mataró: apoyo especializado para tu familia
La vuelta a la rutina no tiene por qué ser solo un momento de estrés y nervios. También puede ser una oportunidad para introducir hábitos saludables, fortalecer vínculos y dar a los niños herramientas para afrontar el curso con mayor confianza.
En Gabinet Psicològic Mataró ofrecemos un espacio seguro y especializado en psicología infantil y juvenil, donde acompañamos a las familias en este proceso.
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