Es importante ser asertivo?
¿Cuántas veces hemos sentido la necesidad de decir algo y no lo hemos hecho por miedo? ¿En cuáles de estas ocasiones nos hemos conformado y resignado? ¿Habré actuado de forma demasiado directa e incuso agresiva? O por lo contrario, ¿He sido quizás demasiado pasivo? Esto es una fuente principal de malestar, ya que repercute en nuestro estado de ánimo y en nuestra vida social, familiar y laboral. En la mayoría de ocasiones aceptamos pasivamente estas situaciones, aunque a veces podemos llegar al límite y estallar de ira. Todo esto simplemente por el hecho de no haber sabido gestionar y formular de manera correcta lo que sentíamos y esperábamos de esa situación o persona. Hoy en día la asertividad se define como la capacidad o habilidad de expresar nuestras opiniones y deseos, defender nuestros derechos y realizar sugerencias sin vulnerar las de los demás, haciéndolo de forma respetuosa, educada y honesta. De esta forma, se sugiere encontrar un punto medio entre la pasividad y la agresividad que permita obtener un resultado, en principio, mucho más beneficioso y gratificante. Dicho así puede parecer sencillo, pero en la práctica sabemos que resulta más complicado. Nuestras experiencias ante ciertas situaciones y personas dictan nuestra forma de afrontar los siguientes encuentros, e incluso llegamos a generalizar en base a características que consideramos comunes. Por ello, te proponemos una serie de pautas para que no te dejes llevar ni por el miedo ni por la ira, y seas capaz de manifestar lo que crees y piensas de la mejor manera: – Los demás no pueden leer tu mente: Puede parecer un aspecto banal pero debes comprender que los otros no saben lo que piensas ni lo que quieres a menos que se lo digas. Para ello ¡no sirve enfadarnos y recriminarles que deberían saberlo! Sino que debemos especificar cuáles son nuestros intereses. – Reformula tus pensamientos negativos: No te dejes llevar por tus prejuicios, y procura positivizar aquello que te susciten los demás. ¡A veces podemos estar muy convencidos de algo y cuando ponemos a prueba nuestras creencias nos damos cuenta de que no era para nada así! – Justifica tus peticiones: Dar motivos es la mejor forma de reducir las probabilidades de que nos rechacen, ya que la otra persona se percatará de que existe una razón real que sustenta tus intereses. – Entiende el punto de vista de los demás: En muchas ocasiones, la mejor manera de conseguir nuestros objetivos o simplemente que nos comprendan, es empezando por escuchar a los demás y demostrarles que tenemos en cuenta su opinión. ¡No seamos egoístas! Ellos también necesitan sentirse comprendidos. En nuestro centro de psicología de Mataró te proporcionamos una atención individualizada para que potencies y mejores esta crucial habilidad interpersonal. Para ello te pondremos en mano de nuestros mejores especialistas en habilidades sociales.