Coaching de pareja
Los problemas relacionales, y especialmente aquellos que tienen que ver con la pareja, son un continuo en nuestra sociedad. Estos pueden estar vinculados a múltiples aspectos; como es la sinceridad, el afecto, el acercamiento, la comunicación, la intimidad, la dependencia… En ocasiones, y muy frecuentemente, se encuentran interrelacionados dos o más componentes, pero todos y cada uno de ellos tienen en común, en mayor o menor grado, la generación de malestar y el distanciamiento paulatino entre ambos miembros, lo cual puede agravar todavía más la situación.
Por lo que respecta al Coaching, este representa uno de los métodos de intervención más sobresalientes en la actualidad. A nivel general, procura principalmente guiar, instruir, acompañar o entrenar a la persona (o en este caso personas), centrándose en potenciar sus recursos personales para lograr la consecución de objetivos, metas y/o habilidades específicas. Además, posee la ventaja de poder ser aplicado en un rango muy amplio de situaciones o áreas: personal, empresarial, ejecutivo, etc. Entre estos, su aplicación en el ámbito de las relaciones íntimas resulta cada vez más atractivo y eficaz.
Así, el coaching de pareja se encara en ayudar a ambos miembros, a corto y largo plazo, en su esfuerzo mutuo para solventar sus problemas de interacción. Para ello, mediante estrategias de liderazgo personal y potenciando el autodescubrimiento, busca evaluar y profundizar acerca de los roles, objetivos y creencias de cada uno. De esta forma, promueve el descubrimiento y la utilización de los recursos individuales adentrándose en el análisis de aquellos aspectos que faciliten la aproximación y la búsqueda de objetivos comunes. Junto a estos, y aunque deberán adaptarse a las demandas presentadas, a continuación se exponen algunos de sus objetivos:
– Facilitar recursos y herramientas para aprender a exponer y solventar los conflictos.
– Actuar como acompañante del cambio. El coach busca potenciar la maduración de la relación y el carácter interdependiente de ésta.
– Obtener una visión más profunda y sensible de la relación. En este sentido, se trata de identificar aquellos aspectos que generan conflicto en cada uno de los participantes, teniendo en cuenta características individuales y del propio vínculo.
– Valorar y modificar las creencias, pensamientos y comportamientos disruptivos que limitan y frenan el progreso de la relación. Este aspecto es particularmente importante, ya que ambos miembros deberán adoptar un papel activo y ayudarse a descubrir y reconocer ciertos componentes mediante una actitud de colaboración activa.
– Explorar y realzar aquellos aspectos que dejan entrever lo mejor de la relación y de cada uno de los miembros. Desde esta orientación se considera clave potenciar y remarcar tanto aquellos comportamientos, actitudes y creencias limitantes como aquellos que promueven una mejor relación.
Con estos y otros recursos, esta intervención puede ayudar a mejorar la calidad de vida en pareja mediante sesiones dinámicas, reflexivas y principalmente fortalecedoras de los recursos, estrategias y competencias individuales y relacionales. Además, procura que los cambios producidos sean profundos y que se mantengan el mayor tiempo posible. La escucha, la empatía, la confianza, la comprensión y el respeto son algunas de los componentes protagonistas en las diferentes sesiones.
Aunque como se ha remarcado, los problemas de pareja son muy variados, métodos como el aquí expuesto pueden ayudar a mejorar substancialmente este u otras dificultades. Entre ellas, el estrés, la ansiedad o los problemas del estado de ánimo pueden verse fortalecidos mediante el uso de estas y otras técnicas. Los profesionales de nuestro centro, situado en Mataró, están especializados en esta y otras orientaciones cuya eficacia y utilidad ha sido probada en un amplio espectro de situaciones.
Si quieres obtener más información al respecto, o tienes cualquier pregunta, ponte en contacto con nosotros. Te ayudaremos.