Cómo ser más optimista
Os damos una serie de trucos y secretos que poca gente conoce para ayudarte a sentirte confiado, seguro y optimista inmediatamente. Muchas investigaciones prueban que a los optimistas les va mucho mejor en las áreas de salud, riqueza y carrera exitosa.
El sentido común y la mayoría de la gente, siempre nos ha dicho que ser optimistas nos ayuda a ser más exitosos en nuestra vida. Sin embargo, es posible que no tengamos muchas respuestas lógicas al por qué debe ser así, o no tengamos claro exactamente cómo podemos ser optimistas para experimentar sus ventajas.
En los últimos años, la investigación en psicología, se ha esforzado por conocer mejor cuáles fortalezas y competencias pueden favorecer a una mayor satisfacción personal que nos ayude a tener una vida plena. Según estos hallazgos ¡definitivamente el optimismo es un complemento que no podemos olvidar!
La expectativa psicológica formula que los asuntos humanos irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones, que suelen ser salvadas por procedimientos como el humor y la resiliencia. Como valor ético, es la idea que tiene el ser humano de siempre alcanzar lo mejor y conseguirlo de igual manera, a pesar de la dificultad que para ello presentan algunas situaciones o encontrar el lado bueno y lograr los mejores resultados. Asimismo, es bastante difícil obtener una definición universal de la idea de bien, concepto por lo general asociado a la felicidad o a la satisfacción de todas las necesidades materiales y espirituales, que el epicureísmo identifica con el placer físico e intelectual.
Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimismo es una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades. La noción de optimismo se opone al concepto filosófico de pesimismo. Por lo general, lo corriente es que las personas no se decanten única y exclusivamente por optimismo o pesimismo, sino que ambas pueden encontrarse alternativamente en un único individuo o aplicadas a distintos ámbitos, ya que la identificación con una u otra de ellas de forma excluyente raya en la patología o la enfermedad psiquiátrica.
Igualmente si se pasa de un optimismo exagerado (hipertimia y euforia) a un pesimismo asimismo extremo (hipomanía, tristeza) sin pasar por un largo estado intermedio, esto indica trastorno bipolar o algún tipo de ciclotimia.
Las personas optimistas aparecen fuertemente motivadas y apenas padecen estrés, están más relajadas que los pesimistas y se encuentran más conectadas con todo; por ello es más fácil que les surjan ideas: son más receptivas y fértiles y suelen ser más creativas. Esta creatividad individual se contagia empatizando la emoción del entusiasmo, de manera que las personas optimistas suelen ser grandes impulsoras de proyectos y equipos.
Uno de los más fascinantes descubrimientos de la psicología contemporánea, obra de Martin Seligman, padre de la psicología positiva, ha sido el de que el optimismo se puede aprender. No es científica, pues, la afirmación de que el pesimismo o el optimismo son conductas innatas.
¿Cómo ser realmente optimista?
Parece tener mucho que ver con las expectativas. Los optimistas, tienen una predisposición a esperar resultados positivos en sus vidas, con una creencia general de que las cosas van a salir bien aunque pasen por momentos difíciles. Esta virtud parece desarrollarse en función de la explicación que hemos dado a los eventos en el pasado, es decir, cómo interpretamos nuestras experiencias.
Según se ha encontrado, las personas con un estilo optimista, suelen atribuir los acontecimientos positivos, a causas permanentes, globales y que tienden a deberse a sí mismos. Por ejemplo, cuando son ascendidos en el trabajo, lo atribuyen a que la vida es justa y que ellos son realmente competentes. Esto ayuda a tener creencias positivas que invitan a aproximarnos al mundo, a la gente, a experimentar sin miedo, y a confiar en nuestras capacidades, sobre las que tenemos control y son estables en el tiempo.
A su vez, los eventos negativos suelen atribuirlos a factores externos, temporales y específicos. Por ejemplo, una actitud hostil de su pareja o un amigo, la atribuyen a que posiblemente ha tenido un mal día y lo ha hecho sin pensar. Este tipo de explicación nos invita a darle una segunda oportunidad, protege la relación con el otro y a nosotros mismos. Esto es mucho menos doloroso y más fácil de manejar, que pensar que todas las personas son crueles y que hay algo malo en nosotros que no nos permite tener buenas relaciones. Por lo tanto, el optimista, pone la causa de este evento negativo en algo pasajero y puntual, ¡mañana será otro día!
Aunque el éxito de las cosas que hacemos depende de muchos factores, parece que puede resultarnos mucho más útil aprender a cambiar las explicaciones que damos a nuestras experiencias. Mantener la esperanza de que las cosas van a mejorar definitivamente nos puede hacer la vida un poco más fácil y ¡más exitosa!
Aquí tienes 5 técnicas que puedes poner inmediatamente en práctica. Cada una toma solamente un minuto, de manera que puedes comenzar rápidamente y obtener resultados hoy mismo.
1. Postura erguida y grandes pasos
Las personas optimistas van siempre erguidas, caminan rápido y dan grandes pasos. La postura de los pesimistas es floja y descuidada, caminan despacio y dan pasos pequeños. Imagínate a una persona que camina con su cabeza erguida, hombros atrás y que camina con pasos largos. Esta persona transpira confianza. ¿Porqué es crucial la postura erguida? Porque para que puedas enderezar tu cabeza, tienes primero que enderezar tu cuerpo.
2. Voz alegre
Un alivio rápido para sentirse motivado es utilizar una voz alegre. Piensa en algún momento en que el te sentías molesto. Tu teléfono suena, lo contestas y te das cuenta de que la persona que llama es alguien a quien tú quieres impresionar. Te apuesto a que cambias tu tono de voz por uno alegre para impresionar a dicha persona y el resultado es que tu, inmediatamente, te empiezas a sentir más motivado. ¿Porqué una voz alegre es un arma tan poderosa para el optimismo? Investigaciones psicológicas prueban que emocionalmente la persona siente la emoción que actúan en ese preciso momento. Así que si actúas estar contento, te sientes contento. Y una voz optimista es la forma más rápida para actuar optimísticamente.
3. Utiliza palabras positivas y motivadoras
El pesimista dice «Tengo un problema» Por el contrario, el optimista diría «Tengo una oportunidad para hacerlo mejor la próxima vez»
4. Utiliza actitudes positivas
La mejor manera de convertirte en un optimista es sencillamente enfocarse en las soluciones y no en los problemas. Cada vez que una dificultad surge, puedes crear inmediatamente soluciones y ponerlas en marcha. Enfócate en las soluciones y noen los problemas, en las fortalezas y no en las debilidades. ¿Porqué es tan importante el enfocarse en las soluciones? Porque solamente puedes tener un pensamiento en tu cabeza a la vez. Así que si te enfocas en las soluciones, no podrás regodearte en los problemas, ni quejarte, culpar o lamentarte.
5. Sé un modelo a seguir
Recuerda un momento en tu vida en el que fuiste el modelo a seguir para alguien más. Al mismo tiempo que ayudabas a esa otra persona, también te estabas ayudando a ti mismo. Si te conviertes en un modelo de optimismo para tus empleados, compañeros de trabajo, familiares y amigos, al mismo tiempo te haces a ti mismo más optimista.
¿Cómo puedes hacer esto? Asegúrate de que todos te vean con una postura erguida, dando pasos firmes y largos, hablando en un tono alegre, utilizando palabras positivas y enfocándote en las soluciones.
Cualquiera puede convertirse en una persona optimista. Cuando utilizas estas 5 técnicas, te sientes invariablemente con un peso menos sobre tu espalda. Te sentirás positivo, motivado y confiado. Solamente necesitas unos pocos minutos para poner estas técnicas en práctica. Pueden ser tu llave para que mejores tu salud, riqueza y carrera.