¿Cuál es la diferencia entre la psicología y la psiquiatría?
Dar el paso para pedir ayuda nunca es fácil, y cuando hablamos de salud mental todavía menos. No solamente por los posibles prejuicios que esto genera en algunas ocasiones, sino por la confusión que puede existir con relación a las competencias de cada especialista. A menudo, cuando acudimos a un profesional de la salud mental, desconocemos cuál es su especialidad, su método de trabajo, y, por lo tanto, sus recomendaciones. En ocasiones, incluso cuando nuestro médico de cabecera nos deriva, podemos dudar del especialista al que nos ha mandado. A esto, se le pueden añadir preguntas como el tipo de intervención que puede seguir este, ya que, y especialmente dentro de la psicología clínica, existen varias corrientes.
Por ello, el objetivo del presente artículo gira en torno a dilucidar las principales características y diferencias de cada uno de ellos, con tal de orientaros a poder dirigiros al profesional que más os convenga. Hay que tener presente siempre que la mayor parte de responsabilidad en esta elección es del especialista en sí, el cual deberá guiaros en función de las dificultades y la sintomatología que aparezca. A continuación, se exponen algunos de los puntos principales a tener en cuenta:
- Definición: La psicología es la disciplina científica que se encarga de estudiar el funcionamiento de la mente y comportamiento humano, con tal de promover el bienestar y la salud de las personas. Para ello, utiliza principalmente los principios del aprendizaje para indagar acerca de las emociones, los pensamientos o cogniciones y las conductas. La psiquiatría es aquella rama de la medicina que se encarga de estudiar y tratar las enfermedades mentales y cuyo objetivo es prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar las patologías mentales, centrándose principalmente en la fisiología y la química del cerebro.
- Formación básica: Por lo tanto, el psicólogo no es médico, sino que proviene de la licenciatura en Psicología, y posteriormente podrá especializarse en Psicología Clínica o Sanitaria (recordemos que también existe la Psicología Social, Organizaciones o Educativa) con tal de poder trabajar con personas con problemas de salud mental. Por ello, no todos los psicólogos podrán tratar trastornos mentales o dificultades emocionales, únicamente podrán aquellos que se hayan formado para ello. El psiquiatra, en cambio, es médico y proviene de la carrera universitaria de Medicina. En este caso, todos los psiquiatras estarán habilitados para tratar a personas con problemas mentales.
- Tipo de problemática: Aunque el denominador común es la salud mental, el psicólogo puede tratar alteraciones que no posean un diagnóstico específico, o cuyas características puedan ser menos graves o acentuadas. Así, resulta útil para todas aquellas personas que presenten algún síntoma leve que quieran tratar (ansiedad, síntomas depresivos, miedos…), o simplemente para aquellas personas que estén interesadas en realizar un trabajo personal para mejorar su calidad de vida, a pesar de no presentar ningún síntoma invalidante. El psiquiatra, en cambio, acostumbra a trabajar con problemáticas más acentuadas o de mayor dificultad, y cuando los síntomas resultan algo más limitantes, utilizando la prescripción de fármacos para aminorar el malestar de la persona. En este sentido, existen alteraciones como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar, en el que se recomienda la terapia combinada (fármacos y terapia psicológica), pero siempre deberá prescribirse una pauta de medicación.
- Metodología de trabajo y utilización de fármacos: Los profesionales de la psicología se centran tanto en la persona como en las relaciones que esta establece, el contexto social, las creencias, las emociones y el comportamiento. A partir de aquí se centran en dotar de estrategias y herramientas que faciliten la resolución de problemas emocionales y conductuales. Los psiquiatras enfatizan o van encarados hacia los aspectos fisiológicos y químicos del cuerpo humano, y debido a su origen, son únicamente estos los que podrán recetar medicación, no poseyendo la formación necesaria para realizar terapia psicológica, a no ser que hayan complementado su formación con algún máster o posgrado universitario.
- ¿Cuándo acudir a uno u otro?: Podemos ir al psicólogo, por ejemplo, cuando experimentemos dificultades a la hora de enfrentarnos a una situación que nos preocupa, cuando nos vemos superados por algún problema, cuando sintamos malestar en forma de ansiedad, tristeza, miedos…, si estamos atravesando un momento de cambio, pérdida o crisis, o simplemente en caso de no sentirnos del todo a gusto con nosotros mismos. Por otro lado, podemos dirigirnos al psiquiatra, por ejemplo, en caso de sufrir síntomas invalidantes como cambios de humor drásticos, tengamos problemas acusados para dormir o relacionados con la alimentación, aislamiento significativo, problemas acusados de concentración o pérdidas de memoria, o presentemos alucinaciones o delirios.
Como vemos, existen más similitudes que diferencias entre ellos y su trabajo, por supuesto, no es mutuamente excluyente. De hecho, en caso de necesitar tratamiento psiquiátrico, de bien seguro que necesitaremos un trabajo psicológico, el cual nos ayude a prevenir la aparición de síntomas que invalidantes, proporcionándonos herramientas que no solamente nos ayuden a resolver ciertos problemas, sino a mejorar nuestra calidad de vida en general y de manera global.
En nuestro centro contamos con ambos especialistas, por lo que si tienes cualquier duda o crees que puede beneficiarte nuestra ayuda, acércate o ponte en contacto con nosotros, te ayudaremos.
– Eric Badia.