La importancia del entorno
En la gran mayoría de problemáticas en las que nos encontramos a lo largo de toda nuestra vida, además de existir una evidente repercusión personal, podemos identificar una clara trascendencia a diferentes niveles dentro de nuestro entorno. De esta forma, para comprender adecuadamente las dificultades que presenta la persona, debemos analizar todos aquellos ámbitos que consideremos que puedan estar vinculados con el desarrollo y/o mantenimiento del problema, ya sea a nivel familiar, social, laboral o académico.
En ocasiones, podemos cometer el error de centrar nuestra mirada de manera única y exclusiva en la persona que manifiesta el malestar, ignorando el hecho de que este pueda ir mucho más allá de las limitaciones o síntomas puramente personales. En este sentido, además, si limitamos tanto nuestro campo de visión es probable que provoquemos sentimientos de incomprensión y desesperanza hacia esa persona, ya que estaremos minimizando factores interpersonales que pueden resultar claves para su mejoría. Así, debemos comprender que gran parte de los problemas psicológicos se mantienen, agravan e incluso se desarrollan a partir de la interrelación de factores personales (biológicos y psicológicos) y sociales.
Un conflicto familiar, una discusión con nuestro jefe, la muerte de un ser querido, el aislamiento social, entre otros, son algunos ejemplos de situaciones que pueden generar y mantener un problema específico. Si atendemos por ejemplo a los Trastornos de Ansiedad, en muchos de ellos existe un claro componente social traducido en, por ejemplo; un miedo a ser criticado, rechazado o a verse expuesto en situaciones embarazosas o donde se sobreestima la probabilidad de que los demás reaccionen de una manera negativa para uno mismo, o que incluso les pase algo malo a personas cercanas. En problemáticas relacionadas con la autoestima también podemos encontrar aspectos parecidos junto a otros como una constante comparación. Este último concepto además, lo podemos identificar en múltiples trastornos psicológicos como los Trastornos de la Conducta Alimentaria, la Depresión o las Disfunciones Sexuales. A pesar de ello, no hace falta poseer una problemática específica para ser capaces de identificar la importancia del entorno en nuestros conflictos.
Así, la influencia que posee el contexto en nosotros es evidente. Por ello, la cooperación y colaboración con el medio más cercano de la persona pueden resultar claves para potenciar un mayor bienestar. Además, esto es especialmente relevante de cara a asegurarnos una continuidad más allá del trabajo realizado en sesión, enfatizando la importancia de generalizar los conceptos y estrategias aprendidas a las situaciones de la vida cotidiana.
De esta forma, algunas de las recomendaciones que pueden resultar útiles para las personas cercanas son: adoptar una actitud comprensiva y empática con su problemática, procurando reforzar los logros conseguidos por esta y los pequeños esfuerzos que vaya realizando. Fomentar la autonomía y disminuir la dependencia ya que en ocasiones las personas próximas son utilizadas para afrontar situaciones problemáticas. Informarse acerca de las características del problema por un profesional para así adoptar un punto de vista objetivo y poder ofrecer una ayuda más adecuada. Aunque es normal que existan conflictos, debemos procurar minimizar la repercusión emocional que estos puedan tener en la persona intentando gestionarlos de una forma más adaptativa.
Junto a estas, existen muchas otras pautas que pueden resultar útiles para un gran número de situaciones. Nuestro equipo de psicólogos situado en Mataró, te proporcionarán la información que necesites y procurarán satisfacer tus necesidades de una forma profesional, rápida y eficaz.