¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma es la pérdida de orina involuntaria. En el caso de la nocturna, se da porque el niño tiene la vejiga llena y no se despierta para poder ir al baño y vaciarla. Además, existen una serie de síntomas asociados que pueden aparecer a raíz de este trastorno, tales como:
- Baja autoestima.
- Sentimiento de inferioridad respecto a otros niños.
- Ansiedad.
- Miedo a dormir con otros niños.
¿Cuál es el tratamiento de la enuresis?
Este trastorno puede tratarse con diferentes métodos. Así, existe la posibilidad de realizar un tratamiento activo, en el que se administra medicación para modificar la dilatación de la vejiga y evitar su vaciado involuntario. Desde un punto de vista psicológico, el tratamiento debe consistir en enseñar al niño unas pautas que le permitan controlar el reflejo de orinar por el día y por la noche. También se debe asesorar a los padres sobre el comportamiento que deben adoptar ante el problema.
Existen diferentes métodos para hacerlo, tales como el método de la alarma. Consiste en utilizar un dispositivo que emite una alarma cuando detecta humedad en la cama. Provoca que el flujo de orina se interrumpa y el niño se despierte y permite ir adquiriendo, poco a poco, el hábito de controlar el reflejo de orinar.