¿Qué es el secuestro amigdalar y cómo aprender a regular las emociones intensas?
En ocasiones, reaccionamos con una intensidad emocional que nos desborda: ira repentina, ansiedad extrema o una sensación de pánico difícil de controlar. Estos episodios pueden estar relacionados con un fenómeno llamado secuestro amigdalar, una reacción automática del cerebro que bloquea el pensamiento racional. Comprender este mecanismo es clave para mejorar nuestra regulación emocional y calidad de vida.
¿Qué es el secuestro amigdalar y por qué sucede?
El secuestro amigdalar ocurre cuando una parte del cerebro llamada amígdala, encargada de procesar el miedo y otras emociones, se activa de forma automática e intensa. Este proceso puede llegar a bloquear la intervención de la corteza prefrontal, la zona racional del cerebro, impidiendo pensar con claridad o tomar decisiones lógicas.
Desde la neurociencia, se ha demostrado que esta respuesta activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, que libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, preparando al cuerpo para una reacción de lucha, huida o parálisis. Si bien esto es útil en situaciones de peligro real, en personas con trauma, estrés crónico o Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), esta respuesta puede activarse en momentos inofensivos, generando un gran malestar.
¿Cuáles son las causas más comunes?
Existen factores que hacen más probable experimentar un secuestro amigdalar, como por ejemplo:
- Experiencias traumáticas previas: Una amígdala hiperreactiva puede hacer que las emociones se disparen con facilidad ante ciertos estímulos.
- Estrés prolongado: Cuando estamos sobrecargados emocionalmente, la capacidad de regulación disminuye.
- Falta de habilidades emocionales: No saber cómo gestionar emociones intensas favorece las reacciones impulsivas o desproporcionadas.
Cómo regular el secuestro amigdalar y recuperar el equilibrio
La buena noticia es que existen herramientas basadas en la psicología y la neurociencia para fortalecer el autocontrol y reducir este tipo de reacciones:
- Mindfulness o atención plena: La práctica regular de la meditación ayuda a reforzar la corteza prefrontal y a observar los pensamientos sin dejarse arrastrar por ellos.
- Ejercicio físico consciente: Caminar, bailar o practicar yoga facilita la descarga de energía acumulada y regula el sistema nervioso.
- Respiración profunda: Técnicas como la respiración diafragmática permiten calmar la amígdala y activar la respuesta de relajación.
- Psicoeducación emocional: Aprender a identificar y gestionar nuestras emociones reduce la probabilidad de reacciones automáticas.
¿Te afectan las emociones intensas en tu día a día? Podemos ayudarte
Si sientes que tus emociones toman el control y afectan tu bienestar o relaciones, es posible desarrollar nuevas estrategias para recuperar la calma y la claridad mental. En Gabinet Psicològic Mataró, te acompañamos con herramientas prácticas y basadas en evidencia científica para gestionar tus emociones y mejorar tu calidad de vida.
Contacta con nosotros y solicita una primera visita. Estamos aquí para ayudarte.