También conocido como trastorno maniaco-depresivo. Se caracteriza por cambios severos en el estado de ánimo que duran varias semanas o meses y van más allá de lo que la mayoría de nosotros experimentamos.
Estos cambios son:
– Depresiones: sentimientos de depresión intensa y desesperanza.
– Manías: sentimientos de felicidad extrema .
– Mixtos: p. ej: sentirse deprimido y al mismo tiempo tener la inquietud y el exceso de actividad de la fase maníaca.
¿Con qué frecuencia ocurre?
Uno de cada 100 adultos tiene un trastorno bipolar. Generalmente empieza durante o después de la adolescencia. Afecta por igual a hombres y mujeres.
¿Cuál es la causa?
No se conocen bien, pero los estudios sugieren que:
– Tiende a aparecer en determinadas familias, por lo que podrían estar implicados factores genéticos.
– Puede que haya un trastorno físico en los sistemas cerebrales que controlan el estado de ánimo.
– Acontecimientos estresantes o enfermedades físicas pueden precipitar cambios en el estado de ánimo.
¿Qué se siente en un trastorno bipolar?
1. Depresión: es un sentimiento que todos podemos reconocer en nosotros mismos a lo largo de la vida; pero en el caso el trastorno bipolar es más intenso, continúa durante más tiempo y hace que sea difícil o imposible afrontar el día a día.
2. Manía: es un sentimiento extremo de bienestar, energía y optimismo. Puede ser tan intensa que afecte a su manera de pensar y juzgar; puedes creer cosas extrañas sobre ti mismo, tomar malas decisiones y comportarte de manera vergonzosa, dañina y a veces peligrosa.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento principal son los estabilizadores del ánimo, muchos de ellos son fármacos antiepilépticos. El litio fue el primer estabilizador del ánimo eficaz.
¿Qué tratamiento conviene más?
Eso lo tiene que decidir el psiquiatra según el estado clínico del paciente, predominancia de episodios depresivos o maníacos
¿Durante cuánto tiempo se debe tomar un estabilizante del ánimo?
Durante al menos dos años después de un primer episodio, y hasta cinco años o de forma indefinida si existen:
– Recaídas frecuentes.
– Episodios psicóticos.
– Consumo abusivo de alcohol o drogas.
– Estrés continuado en casa o el trabajo.
¿Es útil el tratamiento psicológico?
Entre fases maníacas y depresivas el tratamiento psicológico puede ayudar. Debe incluir:
– Psicoeducación.
– Seguimiento del estado de ánimo.
– Estrategias para la identificación de diferentes estados de ánimo.
– Ayuda para aumentar la capacidad de afrontar problemas en la vida diaria.
– Ayuda a familiares.
Listado mensual: abril, 2013
Los padres de niños con trastorno de espectro autista reclaman un mayor «respaldo» de administraciones e instituciones públicas y la apuesta por una educación que sea «realmente» integradora en los colegios, intentando normalizar el aprendizaje de sus hijos. Esta es una de las reivindicaciones de Autismo Bierzo, una organización que nació el año pasado para ayudar y dar apoyo a las familias con hijos diagnosticados de autismo o trastorno general de desarrollo, informa Ical.
«Debería haber más apoyo, específico e individual, porque ningún caso de autismo es igual, incluso parece que cada niño tuviera un trastorno diferente», explica el presidente de Autismo Bierzo, Iván Rivera, que aboga por que se haga un esfuerzo para que sus hijos tengan esa atención especial pero dentro de centros escolares ordinarios donde puedan relacionarse con otros pequeños de su edad.
«Lo ideal es que puedan acudir al colegio ordinario porque todos tienen capacidad de aprendizaje y mejorarían sus relaciones sociales, imitarían a otros niños, normalizarían conductas y hábitos», añadió Rivera. Una idea que también comparte la psicóloga Cristina Guerra, que colabora como voluntaria a través de su consulta Psicologym, que considera que la inclusión del niño autista en el aula regular es «la mejor terapia».
«Se habla mucho de integración y al final es lo que falta», lamenta Guerra, que reconoce que se exige más la adaptación del niño al sistema escolar existente, que la adaptación de este a las necesidades educativas de los pequeños. Así, puntualiza que a veces, en el caso del autismo, su aislamiento en colegios especializados puede llevar a un estancamiento en la evolución del niño. «Son niños que imitan mucho y, al no estar con niños no autistas, se pierden muchas posibilidades de seguir evolucionando y pierden vocabulario», añade.