Infertilidad: ¿qué hago si no puedo tener hijos?
La infertilidad es un trastorno del aparato reproductor (masculino o femenino) que consiste en la incapacidad de conseguir el embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca del 17,5% (es decir, 1 de cada 6 personas aproximadamente) de la población padece infertilidad, repartiéndose equitativamente entre hombres y mujeres. Además, tras 1 año de relaciones sexuales sin protección, entre el 12 y el 15% de parejas no pueden concebir, y después de 2 años, el 10% siguen sin conseguirlo. A esto le siguen consecuencias claras y significativas tanto a nivel personal como de relación, sobre todo cuando este es un proyecto tan deseado y esperado.
De esta forma, la llegada, o mejor dicho, la posible llegada de los hijos supone para muchos una de las etapas más ilusionantes de su vida. Algunos empiezan a pensar nombres con antelación, a preparar la habitación del piso, o incluso a comprar ropa. Así, cuando empieza a evidenciarse que esto no será posible, la frustración, la impotencia, los sentimientos de culpa y de pérdida de control, el deterioro de la autoestima, el miedo, la ansiedad, el estrés, las discusiones, y por supuesto la tristeza se apoderan de nosotros, pudiendo incluso dudar del sentido de nuestras vidas. Supone un duelo como tal, el cual puede experimentarse en cualquier momento. A esto, se le suma el posible coste económico al invertir en diferentes tratamientos médicos que nos permitan conseguir aquello tan deseado.
Ante ello, algunas personas se aislan, abandonan su rutina y su día a día, poniendo en riesgo su trabajo y su estabilidad vital, o incluso otras pueden recurrir al consumo de alcohol o de otras sustancias para afrontar esta situación. Como alternativas beneficiosas, a continuación se proponen las siguientes:
- Asesoramiento profesional: Este refiere tanto a la vertiente médica como psicológica. Debemos basarnos en fuentes fiables que nos proporcionen información veraz, contrastada y útil sobre nuestro estado de salud. En primer lugar pues, es importante determinar si existe o no infertilidad, y formas o alternativas de tratamiento médico. Además, evidentemente debe complementarse con apoyo psicológico para hacer frente tanto al diagnóstico como al seguimiento.
- Apoyo social: Resulta quizás el elemento más importante del afrontamiento. Acercarnos y exteriorizar nuestro malestar a nuestros seres queridos y a aquellas personas con las que nos sintamos más cómodos actúa como uno de los factores más protectores contra el posible desarrollo de diferentes problemáticas emocionales. No nos cerremos y acudamos a los nuestros.
- Seguimiento de hábitos y rutina diária: Es importante no perder nuestro día a día, no abandonarnos. Tras un primer momento en el que el impacto puede ser elevado, cuestionandonos el sentido de nuestras vidas, aunque nos cueste, debemos procurar mantener nuestros hábitos. Esto nos puede permitir no solamente apaciguar el malestar, sino ver que nuestra vida va mucho más allá de este proyecto.
- Comunicación con la pareja: Relacionado con la búsqueda de apoyo se encuentra este importante aspecto. La gestión y comunicación constante con la pareja resulta especialmente importante para afrontar esta situación. Aunque cada uno tiene su percepción, su vivencia, y sus expectativas generadas, se comparte un proyecto común, el hijo. No estamos solos ante esto, y nuestra pareja se encuentra en el mismo barco que nosotros, así que perimtámosle remar.
- Redefinición/reconstrucción del sentido de vida: Este aspecto engloba y es consecuencia de todo lo anterior. Ante la infertilidad, nuestra vida puede perder sentido. Trabajar para reconstruir este significado, restableciendo nuestro proyecto vital y nuestra autopercepción como personas y como hombres o como mujeres, nos liberará del malestar.
Esta situación es una realidad cada vez más frecuente, y se acostumbra a mostrar todo lo contrario. Visibilizarlo y dar herramientas y espacios para su manejo, tanto a nivel individual como de pareja, puede prevenir la aparición de un mayor malestar.
Si deseas recibir más información, o quieres que te ayudemos, no lo dudes y acércate a nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró, o contacta con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.
– Eric Badia.