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Listado de la categoría: Noticias

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Noticias

Terminología asociada a las adicciones

El consumo de casi todos los tipos de substancias no ha dejado de incrementar año tras año. Se calcula que aproximadamente el 5% de la población mundial adulta ha consumido drogas alguna vez en la vida, y de estos, el 0,6% padecen algún tipo de trastorno asociado al uso de éstas, lo cual significa que el consumo puede ser perjudicial hasta el punto de poder sufrir una drogodependencia o un trastorno mental asociado a ésta, y por lo tanto necesitar tratamiento. Como vemos, la situación posee una clara relevancia, tanto por sus repercusiones a nivel personal, como social y cultural. Por ello, conviene tener claros algunos de los conceptos asociados a este tema.

Por adicción, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se entiende la enfermedad física y emocional que se caracteriza por una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que causa a la persona. Acotando un poco más la definición, podemos añadir que se trata de una actividad la cual el individuo es incapaz de controlar, que lo lleva a conductas compulsivas y que perjudica su calidad de vida; como lo pueden ser la adicción al sexo, al juego (ludopatía), a la pornografía, a las nuevas tecnologías (tecnofilia) y a las comidas rápidas. En este mismo plano se encuentra el alcoholismo, la adicción a la comida (comedores compulsivos), el tabaquismo y la drogodependencia. Todos ellos conducen a un estado psicofisiológico caracterizado por la modificación del comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por realizar una acción o consumir una determinada sustancia.

Dentro de este primer amplio concepto encontramos fenómenos específicos, los cuales vamos a ir desgranando para facilitar su comprensión. Por un lado, aunque en la literatura acostumbran a aparecer entremezclados, por uso se entiende el consumo de una substancia que no acarrea consecuencias negativas en la persona, y por abuso cuando existe el consumo sin tener en cuenta estas consecuencias aún estando presentes. Habitualmente se tiende a indicar que entre uso y abuso existe un continuo de gravedad, en lugar de aparecer como dos categorías totalmente separadas.  Junto a éstos, la dependencia se definiría como aquel fenómeno que se produce cuando hay un uso excesivo el cual provoca consecuencias negativas significativas a lo largo de un amplio periodo de tiempo. En este punto nos encontramos con dos subtipos, la dependencia física (equivalente al síndrome de abstinencia) y la dependencia psíquica o psicológica. El primero de ellos se refiere al estado de adaptación en el que aparecen importantes trastornos físicos cuando se interrumpe la administración de la droga o se influye en su mecanismo de acción administrando una substancia específica antagonista. Y el segundo, la dependencia psicológica, se refiere al sentimiento de satisfacción y el impulso psíquico que requiere o exige la administración regular o continua de la substancia para producir placer o evitar el malestar.

Además de las características expuestas, conviene tener en cuenta que para existir dependencia, se ha venido afirmando la necesidad de que exista tolerancia junto a los síntomas de abstinencia expuestos. Así, la tolerancia se define como el proceso según el cual, ante la administración repetida de la droga o substancia, ésta produce menos efecto, es decir, que en ocasiones futuras se necesitará más dosis para producir el mismo efecto.

Todo lo expuesto pues, conforma una parte significativa de la conceptualización del mundo de las adicciones. Aunque el leerlo resulta prácticamente inevitable asociar los conceptos con substancias específicas como el alcohol, el cannabis, o la cocaína, conviene tener presentes las primeras líneas expuestas, donde se introduce que estos particulares fenómenos también pueden aparecer en las denominadas adicciones comportamentales, siendo el juego patológico el máximo exponente. Además, estos pueden y de hecho acostumbran a aparecer interrelacionados muy frecuentemente a otras patologías, como los trastornos de personalidad, problemas de autoestima, o ciertos problemas del estado de ánimo (depresión, ansiedad, trastorno bipolar…), entre otros. Y manifestándose como causa, consecuencia o de manera concurrente.

Existen otros aspectos y mecanismos asociados a las conductas adictivas y a muchas otras situaciones. Si deseas conocer más acerca de ellos, nuestro equipo de psicólogos situado en Mataró te proporcionará toda la información y ayuda que necesites. Llámanos, te ayudaremos.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/Addiccions-2354.jpg 479 720 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-05-10 00:00:002022-05-09 18:01:55Terminología asociada a las adicciones
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La importancia del afecto

Los humanos somos seres sociales, y posiblemente la especie más social. Por ello, la interacción con los demás constituye uno de los componentes clave no solo para nuestra evolución y desarrollo, sino también como mecanismo que nos define e identifica. Concretamente, el afecto (o afectividad) representa una de las principales necesidades y herramientas que nos permite el acercamiento y vinculación con los otros. Este, en el mundo de la psicología se entiende como la susceptibilidad que las personas experimentamos ante ciertos elementos de nuestro entorno. De una forma menos formal, también se ha definido como la inclinación o la expresión de sentimientos subjetivos hacia alguien o algo, donde se desprende pues, que pueden encontrarse inmiscuidas emociones como la alegría, la tristeza, el enfado, etc. Además, este acostumbra a manifestarse de una forma bidireccional o interactiva, y especialmente cuando están involucradas dos o más personas.
Este es un tema especialmente significativo para estas fechas. En esta época del año, en la que encadenamos eventos y reuniones constantes con familiares y amigos, es quizás el momento donde más aflora esta importante “habilidad”. Así, aparte de caracterizarse por abundantes comidas y obsequios, resulta particularmente útil para fortalecer, crear, recuperar y/o mantener vínculos. En este sentido, junto a los familiares (los cuales acostumbran a ser la mayoría de los presentes), pueden aparecer nuevas caras que permitirán engrandecer nuestro círculo próximo y poner a prueba nuestras habilidades sociales. Habitualmente, este tema pasa desapercibido o se sobreentiende que forma parte de estos días, siendo poco común pararse a observar a nuestro alrededor, y a las reacciones que estas fechas tienen sobre nuestra persona; por lo que resulta especialmente útil concienciarnos y atender a todo lo que acontece, focalizándonos especialmente en las relaciones con los demás.
No es solamente pues, el hecho de abandonar la rutina y el trabajo lo que nos permite “cargar pilas”, sino que existen ciertos elementos que propician especialmente que nuestro estado de ánimo mejore. Entre ellos se encuentran la ilusión por todo lo que rodea a estos días, la anticipación de ciertos acontecimientos (cenas, reyes…), o el planteamiento de futuros proyectos. Por otro lado pero, también acostumbra a ser motivo de estrés y ansiedad, ya que es tiempo de preparativos, compras y planes constantes, que en ocasiones dificultan el poder gozar plenamente. Ante esto, y justificando las primeras líneas de este artículo, el saber dar, recibir y valorar las diferentes muestras de afecto puede ayudarnos a minimizar el impacto “negativo” y a potenciar todos los componentes positivos. Debemos cogerlo y considerarlo, valorarlo en su esencia, procesarlo y disfrutarlo, procurando hacer un análisis retrospectivo de lo que estamos sintiendo.
A parte, merece especial atención la psicopatología del afecto. En este sentido, por exceso o por defecto, existen diferentes alteraciones de la afectividad que pueden encontrarse o jugar un papel clave en diferentes problemas psicológicos. Se habla de afecto aplanado cuando existe ausencia o casi ausencia en la expresión de afecto. En algunos cuadros psicóticos y en demencias puede aparecer esta alteración afectiva Por otro lado, en el afecto inapropiado aparece una discordancia entre el contenido del habla o la ideación y la expresión de afecto. Así, en el trastorno bipolar (especialmente en fase maníaca), es típico que aparezca este subtipo. Hablamos de afecto lábil cuando aparece una variabilidad anormal, donde puede mostrarse cambios bruscos y repentinos. En este caso, en ciertos trastornos de personalidad como el límite o el histriónico suele poder ser observado.
De todo lo explicado se desprende pues, que el afecto es un componente clave del ser humano. Representa un concepto aparentemente obviado e imperceptible, pero que a su vez es el núcleo principal de toda relación. Además, es algo que se encuentra desde que nacemos hasta que morimos, pudiendo crearse no solamente hacia otras personas, sino también con animales u objetos. El valor que le proporcionemos resultará decisivo para la forma en que interaccionemos en el futuro.
Finalmente es importante indicar que se trata de un concepto amplio, que incluye muchos elementos y subprocesos. En caso de tener dudas o querer ampliar información al respecto, ponte en contacto con nuestro equipo, te ayudaremos.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/abrazo-4447.png 529 792 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-05-01 00:00:002022-05-09 18:01:55La importancia del afecto
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La toma de decisiones y la resolución de problemas

¿Habré elegido bien? ¿Seguro que es mejor esta opción? ¿Me habré equivocado?
Cada día de nuestras vidas, desde que nos levantamos, hasta que nos volvemos a acostar, de forma más y/o menos consciente, estamos continuamente haciendo predicciones y eligiendo entre distintas opciones, esto es, tomando decisiones. Estas pueden ser simples e incluso “automáticas” como atarnos los zapatos de una determinada manera y en un momento concreto, o elegir un camino más corto para llegar a una cita. Otras, en cambio, conllevan un proceso de reflexión mucho más profundo. Habitualmente, estas segundas guardan relación con aspectos significativos de nuestras vidas, como quedar o no con una persona que nos gusta, realizar un trabajo u otro, etc.
En ocasiones, por experiencias vividas y por rasgos concretos de nuestra personalidad, podemos atribuir una importancia mayúscula a casi todas las decisiones que tomamos, ralentizando el proceso y limitando la realización de las actividades diarias. A menudo, aquellos que exhiben esta inseguridad constante tienen ciertas dificultades relacionadas con la autoestima, lo cual se traduce en un sentimiento de inferioridad e inseguridad personal, y por tanto en miedo a la hora de elegir entre diferentes opciones. Además, es típico también manifestar comportamientos dependientes hacia los demás, delegando el camino de la toma de decisión a los más cercanos o a aquellos que se conciben como más seguros o preparados para realizarlo. Así, las dificultades para tomar decisiones, y por tanto, para resolver problemas, pueden venir de la propia situación en sí, o de ciertas limitaciones personales. A continuación pues, se expondrá un mecanismo específico que puede facilitarnos este camino:
1.    Orienta y delimita el problema: En un primer momento es imprescindible acotar bien el problema en sí. Debemos añadir aquí todas las variables que están en juego, tanto a nivel personal como externo. La definición realista y exhaustiva de los componentes que nos están haciendo dudar es una de las partes más importantes del proceso.

2.    Elabora un plan: Generar conductas u opciones alternativas: Seguidamente debemos plantear alternativas plausibles para solventarlo, procurando tener un buen número de opciones a poder elegir. Aquí, resulta de ayuda también especificar formas de llevarlo a cabo, ya que cuando nos encontremos en la situación, tendremos más armas para hacerle frente. Se trata de flexibilizar nuestra mente, de tal forma que podamos estar preparados para lo que pueda suceder.

3.    Anticipa posibles resultados y sus consecuencias: Relacionado con el punto anterior, la anticipación de los resultados que se podrán obtener y de sus consecuencias contribuye también a la construcción del escudo que nos permitirá afrontar de manera más eficiente, posibles circunstancias adversas. Realizar este análisis no significa tenerlo todo controlado, sino plantearnos que puede haber finales alternativos. Si nos quedamos anclados en este punto, podemos entrar en una espiral de preocupación constante que no nos permitirá avanzar, y lo que es peor, nos impedirá tomar y ejecutar una decisión concreta

4.    Controla el proceso: Este aspecto se sitúa dentro de la propia resolución del problema. Mientras lo estemos ejecutando, conviene ir procesando y atender a todo lo que va sucediendo, analizando si se relaciona con lo que habíamos anticipado. En caso de que nos estemos desviando mucho de nuestro esquema, podremos tomar alguna de las alternativas que nos habíamos conseguido plantear.

Podríamos definir el proceso de toma de decisiones y de resolución de problemas como el proceso en el cual debemos encontrar una conducta o conductas adecuadas para una situación en la que existen una serie de sucesos inciertos. El elegir una situación es ya un aspecto que puede entrar en el proceso. Debemos seleccionar los elementos que resultan relevantes e ignorar aquellos que no lo son, juntamente con analizar la relación entre ellos. Una vez determinada y delimitada la situación, para facilitar la toma de decisiones es necesario plantearnos acciones alternativas, generalizarlas para imaginar la escena final, y evaluar los resultados procurando tener en cuenta la incertidumbre de cada opción.
Cada uno de nosotros afrontamos las situaciones de nuestra vida cotidiana de una forma específica y totalmente diferente a los demás, basándonos en nuestra experiencia y sobre todo en el refuerzo recibido tras resolver situaciones similares. Las dificultades pueden relacionarse con diferentes aspectos, y es importante trabajar no solamente el proceso, sino aquellas características que propician que este se vea entorpecido.
En nuestro centro de psicología, situado en Mataró, recibirás toda la información que necesites y que consideres importante. En caso de tener dudas, ponte en contacto con nosotros. Te ayudaremos.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/decisions-3451.jpg 320 450 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-04-05 00:00:002022-05-09 18:01:55La toma de decisiones y la resolución de problemas
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Obsesión y Compulsión: Conceptualización y relaciones

Etimológicamente, la palabra obsesión deriva del término latín obsessio-onis, que significa asedio. Los diccionarios y manuales actuales lo definen como la idea, imagen o palabra que irrumpe en la mente de una persona de manera repetitiva y con independencia de su voluntad, de tal forma que resulta muy difícil de reprimir o evitar. Por ello, seguidamente se acostumbra a generar un intenso malestar relacionado con la imposibilidad de eliminarlo o “sacarlo de la cabeza”.

En muchas ocasiones, y con tal de reducir la tensión que generan estas ideas intrusivas, aparece otro importante elemento; la compulsión. Estas se definen como acciones repetitivas, finalistas e intencionales que se efectúan normalmente como respuesta a una obsesión de manera estereotipada. Un aspecto importante es que la conducta no resulta en sí misma placentera, ni conlleva ninguna actividad útil, sino que generalmente se utiliza para prevenir un desastre o daño. En ciertos casos, la persona empieza a realizarlo para resguardarse o protegerse de la ansiedad, por lo que en ocasiones se indica que puede existir una baja tolerancia al malestar. La acción se acompaña por una sensación de urgencia compulsiva y, como en las obsesiones, aparece el deseo de resistirse a ella, y la persona reconoce la irracionalidad o la falta de sentido.

Así, por un lado tendríamos el pensamiento o idea que penetra en la mente y se muestra resistente a su supresión (obsesión), y por otro lado, el acto que se produce para prevenir, disminuir o eliminar el malestar que produce esta idea. Debemos añadir pero, que este acto compulsivo no solamente puede tener un carácter conductual (p.ej., lavarse las manos 5 veces, o comprobar la cerradura de la puerta), sino que también pueden manifestarse en forma de acciones mentales como rezar, contar o repetir palabras en silencio. Por ello, otra importante similitud con la obsesión, es que puede ser un elemento cognitivo. En ambos casos además, la persona identifica su carácter ilógico, producen malestar y se experimentan como incontrolables e involuntarias.  

Cuando pensamos en estos elementos a nivel psicopatológico, es fácil que nos venga a la mente una etiqueta, esto es, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Ciertamente, este representa el máximo exponente de los conceptos aquí comentados, y es quizás el trastorno donde vemos de manera más clara su representación. A pesar de ello, existen otros problemas donde pueden aparecer estas características, los cuales acostumbran reflejar una elevada comorbilidad con el TOC. Así, por ejemplo, en el Autismo es frecuente que aparezcan rituales y compulsiones. También en ciertas parafílias como el exhibicionismo o el froterismo el paciente expone en ocasiones que aunque inicialmente existió un impulso sexual que desencadenó la conducta, ahora predomina un carácter compulsivo, ya que no existe gratificación sexual al realizar el acto. Junto a estos, en las Adicciones (p.ej., el juego patológico) también podemos apreciar ambos conceptos, apareciendo ideas intrusivas en relación al estímulo y actos compulsivos irrefrenables para reducir la tensión o ansiedad que produce su pensamiento o deseo. Finalmente, un claro ejemplo también lo encontramos en los Trastornos Alimentarios, grupo que comparte muchas características con el TOC.

De esta forma, a pesar de que es relativamente sencillo caer en la tentación de patologizar estos elementos, es crucial tener en cuenta el grado de malestar e interferencia que producen en la persona para poder realizar un diagnóstico certero. Así, la mera presencia de obsesiones o compulsiones no conforman un criterio único y exclusivo para padecer un subtipo de trastorno u otro. En esta línea, ambos conceptos podemos encontrarlos en un abanico muy amplio de situaciones en nuestra vida cotidiana. Cuando nos encontramos muy preocupados por algún acontecimiento pasado o futuro de nuestras vidas, es probable que nos acontezcan ideas e imágenes que sean difíciles de ignorar, e incluso podemos acudir a realizar ciertos actos para reducir el malestar que sobrellevan. Por este motivo, es importante conocer los términos y delimitar adecuadamente los criterios que permiten realizar un diagnóstico fiable, de tal manera que se potencie la elaboración de recursos y tratamientos adecuados al respecto.

Otro aspecto importante recae en tener en cuenta que se trata de un tema que afecta tanto a población adulta como infanto-juvenil, pudiendo manifestarse de maneras muy diversas. De este modo, en caso de causar malestar o querer trabajarse, tanto el área de la psicología, la neuropsicología y la psiquiatría de adultos como infantil resultaran claves y útiles para su manejo.

Nuestro equipo, situado en Mataró, cuenta con profesionales de las distintas áreas expuestas para poder proporcionarte la ayuda que necesites de forma multidisciplinar. Si tienes alguna pregunta en relación al tema expuesto o cualquier otro, no dudes en contactar con nosotros.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/toc-3323.jpg 450 600 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-02-03 00:00:002022-05-09 18:01:55Obsesión y Compulsión: Conceptualización y relaciones
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¿Qué son las neuronas espejo?

Los avances y descubrimientos promulgados por la ciencia para conocer el funcionamiento de la mente humana son cada vez más notorios y significativos. Uno de ellos son las neuronas espejo o neuronas especulares. Desde cómo aprendemos a hablar o escribir, hasta el desarrollo de las habilidades necesarias para relacionarnos con los demás, parecen jugar un papel principal estas peculiares células cerebrales. Fueron descubiertas “accidentalmente” por el neurocientífico Giacomo Rizzolatti en los años 90. Junto a su grupo, mediante una serie de experimentos con monos, observaron que ciertos grupos de neuronas se activaban no sólo cuando el animal realizaba una acción, sino también cuando éste observaba a otro realizarla. De esta forma, al ver la acción, la activación neuronal se producía como si la estuviera haciendo él mismo.
Actualmente se definen como el grupo o subtipo de neuronas que se activan cuando estamos realizando una acción y cuando vemos a otro haciéndola, relacionándose con los comportamientos sociales, empáticos e imitativos, y constituyendo una herramienta crucial para el aprendizaje. En un sentido más informal, se consideran como “la red invisible que une a todos los seres humanos, permitiendo la conexión entre las mentes y la transmisión de cultura y conocimiento mediante el aprendizaje”. Su utilidad pues, reside especialmente en la imitación y el aprendizaje. Desde la neuropsicología, estudios realizados con técnicas de neuroimagen han permitido esclarecer algunas de las principales áreas donde actúan estos elementos. En esta línea, mediante Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), se descubrió que el área de Brocca era uno de los departamentos clave; lo que se hizo fue inhabilitar temporalmente esta área, descubriendo que los participantes perdían la facultad para imitar acciones.  Así mismo, poco a poco se ha ido descubriendo su papel en diferentes facetas de nuestra vida cotidiana. Entre estas, se evidenció que poseen una importancia crucial en el desarrollo del lenguaje, y especialmente en la comunicación no verbal. La copia y moldeamiento de gestos, expresiones y procesos de interacción son claves para establecer y mantener los lazos afectivos. Por otro lado, son las encargadas de que nos identifiquemos y emocionemos en diferentes situaciones cotidianas, por ejemplo al ver una película, o al presenciar o escuchar algo con una gran carga emotiva. Por ello, este tipo de neuronas son las principales encargadas de permitir que estos mecanismos de aprendizaje se produzcan, ya que al observar la forma en que los demás se relacionan y reaccionan, recogemos y asimilamos diferentes patrones de conducta.
Un punto importante a tener en cuenta, es que este proceso de adquisición de habilidades dependerá mucho del contexto social y cultural en el que estemos inmersos. Por ejemplo, en nuestra cultura solemos saludarnos mediante un apretón de manos o besos, pero en Japón suele utilizarse la inclinación hacia delante. De esta forma, nuestros comportamientos deberán amoldarse a la realidad contextual que nos rodee.
Ahora bien, ¿todos nosotros poseemos esta capacidad? ¿Tenemos la misma cantidad y nivel de desarrollo neuronal? Seguro que conocemos a personas que son más hábiles para detectar o interpretar ciertos estados “mentales” o emocionales, considerándolas más intuitivas o incluso más empáticas. Es probable que su red de neuronas espejo sea más amplia y eficiente. Por otro lado, desde el mundo de la psicología se ha descubierto que existen algunas patologías en las que este grupo de neuronas parecen estar particularmente disminuidas o alteradas. Los niños con Trastorno del Espectro del Autismo y el Trastorno de Asperger muestran claras dificultades a la hora de comprender y desarrollar comportamientos sociales tanto verbales como no verbales, por lo que su red de neuronas espejo suele estar menos desarrollada. Otro caso lo constituye la psicopatía y algún trastorno de personalidad como por ejemplo el narcisista. En ambas problemáticas, vulgarmente se indica que no tienen empatía ni remordimientos. Desde la explicación que procuramos exponer, podemos entenderlo como una deficiencia a la hora de entender el sufrimiento y dolor ajenos, y sobre todo, como un déficit a la hora de experimentar algún tipo de reacción emocional por ello.
Así pues, no todos tenemos la misma facilidad para intuir, atribuir y/o interpretar los estados mentales y emocionales de los demás. La sociabilización y la interacción continua favorecen el desarrollo de estos mecanismos, por lo que es importante tener presente su importancia, no solo en personas con claros déficits para relacionarse, sino también para ampliar y fortalecer las relaciones personales.
Las neuronas espejo pues, te sitúan en el lugar del otro. El sistema de “espejo” nos permite comprender y hacer propias las sensaciones, acciones y emociones de los demás. Y aunque ciertamente queda mucho por saber, este descubrimiento ha supuesto un antes y un después en la psicología.
En caso de querer obtener más datos en relación a este tema, ponte en contacto con nuestro equipo de psicólogos situado en Mataró. Te responderemos de forma profesional e individualizada.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/neuronas-4357.jpg 325 500 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-02-02 00:00:002022-05-09 18:01:55¿Qué son las neuronas espejo?
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La procrastinación: qué es y cómo combatirla

La procrastinación se puede definir como el mecanismo según el cual posponemos o retrasamos la realización de ciertas tareas, situaciones o actividades, y las sustituimos por otras “aparentemente” más relevantes y sobre todo agradables. Aunque se trata de un fenómeno que en mayor o menor medida todos habremos experimentado o utilizado en algún momento de nuestra vida, en ocasiones puede llegar a constituir una estrategia habitual, creándose un patrón de comportamiento que puede tener una repercusión muy significativa a todos los niveles; personal, laboral/académico, social y familiar.

De entre las posibles causas o motivos que pueden facilitar su aparición, y a pesar de que en muchas ocasiones aparecen interrelacionados, podemos diferenciar aquellos que pertenecen a la propia persona, es decir internos o personales, y otros externos a esta o contextuales. Así, en cuanto a los primeros, destacan sobre todo la impulsividad, la orientación al bienestar inmediato o el déficit de autocontrol. Estas características se encuentran relacionadas con ciertos mecanismos cerebrales; la mayor activación del sistema límbico (encargado sobre todo de la regulación emocional) y la menor aparición del sistema ejecutivo o prefrontal (regulación de la conducta), lo cual promueve que aparezcan en mayor grado los componentes citados. En cuanto a los estímulos o situaciones exteriores que pueden influir en la procrastinación podemos citar el hecho de que el beneficio por realizar la tarea se obtenga a largo plazo, el nivel de dificultad o esfuerzo que implica la propia tarea, o el significado personal que le demos a realizarla. De esta forma, ante aquellas actividades que nos exijan más, que cuya gratificación esté más lejos, o que no suponga algo significativo para nosotros, utilizaremos argumentos que justifiquen retrasarlo, como por ejemplo “ya lo haré”, “tengo tiempo”, “tengo el tiempo muy ocupado”, etc.

Todas estas justificaciones únicamente nos servirán para desviar la atención de aquello realmente importante, provocando que cuando se acerquen los diferentes plazos podamos sentirnos abrumados e incluso fatigados, ya que a pesar de que nos hayamos dedicado a otros “asuntos” que en un primer momento hemos considerado más importantes, en muchas ocasiones habremos seguido conectados mentalmente a las diferentes tareas realmente significativas. Por ello, a continuación se explican algunas de las estrategias que pueden ser útiles para reducir esta tendencia:

–    Interpretaciones realistas: Un primer paso importante requiere que identifiquemos aquellos pensamientos erróneos y las justificaciones utilizadas y las cambiemos por otras plausibles y que nos acerquen a la consecución de nuestra meta o metas importantes. Los mensajes citados más arriba deben flexibilizarse y sustituirse por otros. En este sentido, focalizarse en los aspectos positivos de conseguir el objetivo, y en los negativos de no hacerlo puede facilitar que nos pongamos manos a la obra.

–    Planificación: La estructuración y organización de las tareas y del tiempo resultan cruciales. En este sentido, el elaborarnos un calendario a corto plazo con objetivos específicos puede ayudarnos a acercarnos paso a paso a lo que queremos conseguir. De esta forma impedimos sentirnos abrumados pensando en “todo” lo que hay que hacer, desmenuzándolo en pequeñas partes o pasos pequeños.

–    Eliminar distracciones: Cuando estemos realizándolo, es importante procurar ser rígidos y suprimir todos aquellos elementos que pueden favorecer que nos desviemos de la tarea importante. Por ejemplo, guardar y esconder lejos el móvil, apagar el ordenador si no lo necesitamos, coger la cantidad de comida justa, no encender la televisión, etc. Esto favorecerá el siguiente punto.

–    Estar en el presente: La concentración y atención en el “ahora” es uno de los métodos más útiles para aumentar la eficiencia. Cuando estemos realizando una tarea concreta, debemos poner todos los sentidos en esta, y en el aquí y ahora. Como hemos dicho, los objetivos son a corto plazo, y si conseguimos realmente atender en toda su plenitud a lo que estamos ejecutando, nuestro rendimiento mejorará. Esto también debe aplicarse a los descansos, es decir, debemos respetar tanto el tiempo de trabajo como las pausas.

–    Utilizar el refuerzo: Hablar con nosotros mismos y felicitarnos por los logros que vamos consiguiendo puede ser una ayuda muy importante. En base a lo que hagamos, no debemos olvidarnos de valorarlo y ensalzar nuestra autoestima, ya que esto puede suponer un gran suplemento de energía y motivación. Además de las autoverbalizaciones, también podemos utilizar ciertos elementos como comida o realizar actividades que nos gusten.

Existen muchos otros mecanismos para impedir que la procrastinación se adueñe de nosotros. Debemos mencionar además, que aunque esta acostumbra a aparecer inicialmente de manera esporádica, poco a poco se va volviendo más crónica, y más si a pesar de utilizarla y del sufrimiento y la abrumación que nos hace pasar conseguimos llegar más o menos al objetivo. Junto a esto, merece la pena indicar también que puede ser un síntoma de diferentes problemas psicológicos, conformando en muchas ocasiones uno de los más sobresalientes. Por ejemplo, en problemas de autoestima, TDAH, miedo al fracaso o depresión, suele aparecer esta estrategia para seguir anclados en sus diferentes zonas de confort.

Si deseamos algo, tenemos que ir y luchar para alcanzarlo. Solo así nos bien con nosotros mismos y conseguiremos nuestros objetivos de una manera mucho más exitosa. En caso de tener alguna pregunta sobre lo comentado, o sobre cualquier otra cuestión que consideres relevante, ponte en contacto con nuestro equipo de psicólogos, en Mataró, te ayudaremos.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/distraerse-3332.jpg 400 600 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2018-01-06 00:00:002022-05-09 18:01:55La procrastinación: qué es y cómo combatirla
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Características y utilidad de la terapia de grupo

¿En qué consiste la terapia de grupo o tratamiento grupal? ¿Qué beneficios puede aportar? ¿Puede realizarse junto a la intervención individual?

La terapia de grupo es un tipo de intervención psicológica donde, mediante la creación de un espacio de interacción y colaboración, se busca dotar, potenciar o modificar los recursos personales y las estrategias de afrontamiento con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de cada uno de sus miembros. Un aspecto clave a tener en cuenta es que, aunque sea guiado por un profesional el cual aplica diferentes técnicas y estrategias, el grupo en sí es considerado un instrumento de cambio, ya que posee en esencia, un importante potencial terapéutico.

En esta misma línea, la interacción y la retroalimentación son aspectos clave que ayudan a comprender el beneficio de este tratamiento. Inmiscuidos en estos, algunos de los aspectos a favor son: descubrir que hay otras personas experimentando dificultades similares, y que por lo tanto, los problemas no son únicos y exclusivos de uno mismo; poner a prueba ciertas creencias sobre las percepciones de los demás, lo cual favorece romper con algunos prejuicios y reducir los miedos asociados a estos; favorecer la motivación y la adherencia al tratamiento mediante la aprobación, el refuerzo y la observación de los progresos conseguidos; facilitar la generalización debido a la variedad de miembros que participan y a las situaciones que pueden trabajarse con estos, permitiendo encontrar además, diferentes soluciones alternativas.  En definitiva, el crear un espacio donde compartir experiencias, emociones y conflictos internos fomenta una elevada cohesión grupal, la cual conduce a cambios en el estado emocional y psicológico más estables a largo plazo.

Por otro lado, cabe remarcar que la terapia de grupo puede utilizarse tanto de manera única, como de forma complementaria a la intervención individual. Como hemos visto, existen ciertos aspectos cuya aparición puede ser limitada en las sesiones individuales. Así, algunos estudios han remarcado que el tratamiento grupal puede potenciar los efectos terapéuticos conseguidos mediante la terapia individual, ya que permite exponer y trabajar las diferentes dificultades presentadas desde una perspectiva interactiva y dinámica donde la escucha activa, la empatía y el reforzamiento configuran mecanismos clave para facilitar la mejora de la persona. Además, en aquellos casos en los que se determine, también puede resultar beneficiosa en combinación con otros tipos de intervención como puede ser la psiquiátrica.

Junto a todo lo expuesto, es importante tener en cuenta que la terapia grupal está indicada para una gran variedad de problemáticas. En este sentido, existen grupos diseñados para aprender a manejar dificultades muy diversas como pueden ser estrategias de manejo de la ansiedad, depresión, adicciones, gestión de conflictos, talleres para padres, autoestima, habilidades sociales, entre muchos otros. Además, puede emplearse con diferentes tipos de población, pudiendo intervenir desde la psicología de adultos o infantojuvenil.

Finalmente destacar que es comprensible que inicialmente algunos sean reticentes a inmiscuirse en este proceso. Las dudas y los miedos respecto a involucrarse emocionalmente con los demás y a descubrir ciertos aspectos de nuestra identidad son totalmente legítimos. Aun así, debemos tener en cuenta que esto forma parte del proceso, y que aunque al principio podamos encontrar dificultades, poco a poco vamos a conseguir aumentar la confianza en nosotros mismos y vamos a poder beneficiarnos y ayudar a los demás mediante nuestras propias vivencias. Además, debemos tener en cuenta que las personas somos seres sociables, y nuestros problemas en la mayoría de ocasiones no pueden entenderse sin tener en cuenta su repercusión a nivel interpersonal.

Nuestro centro de psicología de Mataró ofrece diferentes talleres grupales. Si deseas recibir más información o crees que puedes beneficiarte de alguno de ellos no dudes en contactar con nosotros. Te ayudaremos.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/grup-1821.png 231 344 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2017-12-07 00:00:002022-05-09 18:01:55Características y utilidad de la terapia de grupo
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Ser padres de un niño con TDAH: pautas educativas

Debido a la alteración en las áreas cerebrales que regulan el control de la conducta y de la atención, es frecuente que el TDAH vaya asociado con problemas de conducta que varían en intensidad y frecuencia en función de otros factores, uno de ellos nuestros estilos educativos. Por ello, es interesante “entrenarnos” como padres para aplicar consecuencias de forma efectiva, así como para adaptar el entorno y las rutinas para poder ayudar a nuestro/a hijo/a a funcionar de forma más efectiva y, consecuentemente, a sentirse mejor consigo mismo y con su entorno.

Pautas educativas generales:

        Proporcionaremos a nuestro/a  hijo/a una vida ordenada organizando sus horarios y estableciendo momentos de pausas, descanso y actividad física.        Actuaremos (y nos referimos a aplicar consecuencias) cuando se dé una conducta no deseable más que quejarse o criticarla.        Anticiparemos y planificaremos cómo vamos a actuar ante posibles situaciones problemáticas (qué consecuencias aplicaremos), eso nos ayudará a mantenernos serenos, no perder el control y aplicar consecuencias de forma más efectiva y razonable.        Reforzaremos/castigaremos la conducta deseada o a eliminar de forma inmediata; no hay que demorarse en el tiempo para felicitar ni para aplicar consecuencias.        Seremos coherentes y consecuentes en los pactos sobre los reforzadores y en las conductas que se premian y las que no son aceptables o se deben corregir. En este punto es importante señalar que ambos padres deben ponerse de acuerdo en qué conductas son permitidas o no y como premiarlas o castigarlas.        Le proporcionaremos un feedback frecuente; lo quiere decir que le haremos comentarios continuos y de forma positiva sobre lo que está haciendo bien o lo que aún tiene que mejorar y cómo hacerlo (siempre en tono positivo y sin caer en la crítica, hay que tener en cuenta que son niños con riesgo de presentar una baja autoestima); de esta forma, le serviremos de guía externa sobre cómo actuar o resolver las diferentes situaciones y tareas que se le plantean.        Dedicaremos un tiempo estipulado y que servirá como reforzador para compartir con él/ella alguna actividad que le guste con nosotros. Si son mayores, podemos dedicar un tiempo del día a hablar con él/ella sobre cómo se siente, qué le preocupa…Debe ser un rato exclusivo para él/ella, en el que podamos centrar nuestra atención sin interrupciones.        Reforzaremos el contacto ocular durante la comunicación y esperaremos a que esté receptivo para escucharnos con atención (que no esté distraído con algo que le guste ni enfadado/a).        Nuestras normas deben ser pocas y claras. Los niños a veces no las cumplen porque no las recuerdan o no las comprenden.        Las órdenes o instrucciones deben ser sencillas, directas y concisas. Evitaremos que vayan cargadas de emociones negativas y fomentaremos el tono emocional neutro.        No prestaremos atención a cuando interrumpa y haremos evidente el momento en el que puede intervenir; acto seguido, le felicitaremos por intervenir en el momento adecuado (a pesar de que antes haya interrumpido).        Especificaremos porqué lo estamos felicitando: “muy bien, estoy muy contento/a porque has conseguido vestirte mucho más rápido que ayer y te he tenido que ayudar menos”.        Estableceremos rutinas en aquellas tareas que menos le motiven (por ejemplo, los deberes o recoger su habitación) y las dividiremos en subtareas que impliquen poco tiempo,  estableciendo descansos y recompensándole verbal y/o afectivamente (con  elogios, abrazos, besos…).        Es conveniente hacer referencias temporales ya que suelen perder la noción del tiempo con facilidad. Por ejemplo, avisar de cuánto tiempo queda para jugar y para empezar a hacer los deberes e ir anticipando la siguiente tarea.        Le recordaremos la consecuencia positiva que tendrá el realizar la tarea (el reforzador).        Les serviremos como guías verbales para que presten atención a los detalles importantes de la tarea. Por ejemplo “¿qué tenemos que hacer? Tenemos que conseguir recoger el cuarto…¿pero cómo lo vamos a hacer?, primero recogeremos la ropa que está en la silla (dejarle tiempo para que lo haga y reforzarle), ahora los juguetes del suelo…fíjate que no haya alguno debajo de la cama…”.        Nos esforzaremos en encontrar continuamente virtudes (aunque sean pequeños detalles o mejoras), se las señalaremos verbalmente y evitaremos criticar continuamente lo que hace mal.        Salvo en situaciones límite, evitaremos el castigo; los niños/as con TDAH funcionan mejor reforzándolos que castigándolos. Evitaremos perder el control emocional y caer en la confrontación.
 
En el próximo artículo detallaremos diferentes técnicas a aplicar tanto cuando se den situaciones no aceptables o límite, como para reforzar las conductas que deseamos instaurar en niños con TDAH.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/pautas-4802.jpg 300 450 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2017-12-07 00:00:002022-05-09 18:01:55Ser padres de un niño con TDAH: pautas educativas
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¿Qué es el locus de control? Definición, características y repercusión

¿Siente que es responsable de sus actos?, ¿Considera que son sus esfuerzos los que determinan el resultado final? O por ejemplo, ¿Piensa que posee poca influencia sobre los diferentes acontecimientos? ¿Son fuerzas externas las que acaban determinando el transcurso de las cosas? ¿Es todo cuestión de suerte o azar?

Al observar las diferentes preguntas, aparte de haberse sentido más o menos identificado, habrá podido observar algunas diferencias significativas. Bien, este tipo de preguntas están inmiscuidas y nos ayudan a comprender el concepto de locus de control. A grandes rasgos, puede definirse como la percepción o atribución de responsabilidad que realiza la persona sobre los diferentes eventos que transcurren a lo largo de su vida. En otras palabras, se refiere al grado de control percibido sobre los resultados obtenidos, sean estos negativos o positivos. Rotter (1966) fue el primero en introducir este término, definiéndolo como un rasgo de personalidad relativamente estable, que representa la atribución que una persona lleva a cabo sobre si el esfuerzo que realiza es o no contingente a su conducta.

Junto a esto, actualmente se conciben dos subtipos; si percibimos que el acontecimiento es contingente con nuestra conducta o nuestras características personales, se entiende que poseemos un locus de control interno. En cambio, cuando percibimos un refuerzo como poco contingente con nuestras acciones, atribuyéndolo en ocasiones como resultado del azar o la suerte, nos acercamos más a lo que se entiende como locus de control externo. Es importante tener en cuenta, que aunque existan claras diferencias entre ambos, estos deben percibirse como un continuo. Así, aunque en cada uno de nosotros exista una tendencia, en muchas ocasiones habremos adoptado una postura u otra.

Algunos autores coinciden en que adoptar un sistema de atribución interno, puede ser lo más beneficioso, sea de éxitos o de fracasos. Las personas en las que predomina este sistema, acostumbran a ser más propensos a asumir la responsabilidad de sus actos, tienden a dejarse influenciar menos por los demás, poseen un sentido más fortalecido de la autoeficacia y se esfuerzan para conseguir sus objetivos. En cambio, aquellos en los que se manifiesta mayoritariamente el subtipo externo, suelen culpabilizar a aspectos externos sus resultados, atribuyen a la suerte o casualidad los éxitos obtenidos, poseen unas bajas expectativas de modificar las situaciones a través de sus esfuerzos, y son más propensos a experimentar emociones negativas.

A pesar de ello, en ocasiones puede resultar perjudicial (sobre todo cuando es extremista) ya que existen ciertas variables del entorno que no podemos controlar, y de las cuales no debemos responsabilizarnos. Por ejemplo, ante situaciones como una catástrofe natural, la muerte repentina de un ser querido, la detección de alguna enfermedad grave; atribuir las causas de estos sucesos a variables internas lo único que generará son sentimientos de culpabilidad, frustración, rabia, o ansiedad.

Comprender este concepto y realizar autocrítica en base a este es clave para fomentar un estilo de afrontamiento adecuado. Un método sencillo para mejorar y detectar qué locus de control predomina en nosotros, consiste en plasmar los hechos que nos ocurren, juntamente con nuestras reacciones y pensamientos, y procurar adoptar un punto de vista objetivo al realizar este análisis. A partir de aquí, debemos asumir la responsabilidad de la parte que nos corresponda y aceptar qué parte no depende de nosotros. La finalidad es tomar las riendas de aquello que podemos controlar para modificar aquello que deseemos mejorar.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/control-4744.jpg 426 640 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2017-10-05 00:00:002022-05-09 18:01:55¿Qué es el locus de control? Definición, características y repercusión
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Es importante ser asertivo?

¿Cuántas veces hemos sentido la necesidad de decir algo y no lo hemos hecho por miedo? ¿En cuáles de estas ocasiones nos hemos conformado y resignado? ¿Habré actuado de forma demasiado directa e incuso agresiva? O por lo contrario, ¿He sido quizás demasiado pasivo? Esto es una fuente principal de malestar, ya que repercute en nuestro estado de ánimo y en nuestra vida social, familiar y laboral. En la mayoría de ocasiones aceptamos pasivamente estas situaciones, aunque a veces podemos llegar al límite y estallar de ira. Todo esto simplemente por el hecho de no haber sabido gestionar y formular de manera correcta lo que sentíamos y esperábamos de esa situación o persona. Hoy en día la asertividad se define como la capacidad o habilidad de expresar nuestras opiniones y deseos, defender nuestros derechos y realizar sugerencias sin vulnerar las de los demás, haciéndolo de forma respetuosa, educada y honesta. De esta forma, se sugiere encontrar un punto medio entre la pasividad y la agresividad que permita obtener un resultado, en principio, mucho más beneficioso y gratificante. Dicho así puede parecer sencillo, pero en la práctica sabemos que resulta más complicado. Nuestras experiencias ante ciertas situaciones y personas dictan nuestra forma de afrontar los siguientes encuentros, e incluso llegamos a generalizar en base a características que consideramos comunes. Por ello, te proponemos una serie de pautas para que no te dejes llevar ni por el miedo ni por la ira, y seas capaz de manifestar lo que crees y piensas de la mejor manera: –        Los demás no pueden leer tu mente: Puede parecer un aspecto banal pero debes comprender que los otros no saben lo que piensas ni lo que quieres a menos que se lo digas. Para ello ¡no sirve enfadarnos y recriminarles que deberían saberlo! Sino que debemos especificar cuáles son nuestros intereses. –        Reformula tus pensamientos negativos: No te dejes llevar por tus prejuicios, y procura positivizar aquello que te susciten los demás. ¡A veces podemos estar muy convencidos de algo y cuando ponemos a prueba nuestras creencias nos damos cuenta de que no era para nada así! –        Justifica tus peticiones: Dar motivos es la mejor forma de reducir las probabilidades de que nos rechacen, ya que la otra persona se percatará de que existe una razón real que sustenta tus intereses. –        Entiende el punto de vista de los demás: En muchas ocasiones, la mejor manera de conseguir nuestros objetivos o simplemente que nos comprendan, es empezando por escuchar a los demás y demostrarles que tenemos en cuenta su opinión. ¡No seamos egoístas! Ellos también necesitan sentirse comprendidos. En nuestro centro de psicología de Mataró te proporcionamos una atención individualizada para que potencies y mejores esta crucial habilidad interpersonal. Para ello te pondremos en mano de nuestros mejores especialistas en habilidades sociales.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2019/03/asertivitat-2558.jpg 532 800 admin https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png admin2017-10-02 00:00:002022-05-09 18:01:55Es importante ser asertivo?
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