Trastorno Obsesivo – Compulsivo (TOC): Conceptualización y principales rituales
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) se define como la patología mental en la que aparecen pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusos/inapropiados y causan ansiedad o malestar. La persona, como consecuencia, procura ignorar o eliminar estos elementos mediante pensamientos concretos o actos. Para ello, y aunque actualmente no sea absolutamente necesario para el diagnóstico, pueden aparecer comportamientos o actos mentales de carácter repetitivo, que se realizan en respuesta a estas obsesiones. Su objetivo no es otro que prevenir o reducir el malestar, o prevenir algún acontecimiento o situación negativos. A pesar de ello, y esto es particularmente importante, estos actos no están conectados de forma realista con lo que pretenden neutralizar.
Es importante diferenciar en un primer momento las obsesiones de las denominadas compulsiones. Las primeras se pueden definir como acontecimientos mentales que se caracterizan por ser automáticas y ser vividas como intrusas. Es decir que usurpan en la mente y acostumbran a preocupar a la persona, conllevando un malestar asociado normalmente en forma de ansiedad. Algunos ejemplos de ellos pueden ser que ciertos objetos (pomos de puertas, asientos del autobús, teléfonos…) están contaminados o sucios y pueden transmitir esta contaminación. Imágenes reiteradas acerca de la probabilidad/posibilidad de hacernos daño (puedo saltar por la ventana o a las vías del tren). También pueden aparecer en forma de dudas acerca de si se habrá dicho o hecho algo (cerrar el gas, la puerta de casa, decir tacos) o en forma de ideas más irrealistas o sin sentido aparente (si veo un coche rojo, mi marido tendrá un accidente). Lo característico de todas ellas es que aunque la persona habitualmente reconoce que no tienen sentido, y no en pocas ocasiones procura luchar contra ellas de algún modo, estos intentos normalmente resultan infructuosos, percibiendo cierto grado de indefensión e incontrolabilidad sobre la situación. Es en este momento donde pueden aparecer los famosos rituales compulsivos.
Antes de esto pero, conviene tener en cuenta que existen una serie de rituales que se consideran normativos o no patológicos. Así, por ejemplo, los rituales evolutivos propios de ciertas edades como coleccionar, ver un dibujo animado repetidamente, ordenar de manera reiterada unos objetos, contar números o exigir que se le cuente un mismo relato en diversas ocasiones no se consideran problemáticos. La diferencia estriba en el grado de interferencia y malestar que supone para la persona, y en la intencionalidad que hay detrás de su utilización (para mitigar la ansiedad o el malestar en el caso de la compulsión). Así, a continuación se citarán por orden los rituales más frecuentes y característicos del TOC: en primer lugar están los rituales de limpieza, en los cuales la persona habitualmente se lava las manos repetidas veces para evitar la contaminación. Este es más típico en mujeres. Seguidamente se encuentran los rituales de repetición (p.ej., repetir una palabra un cierto número de veces, o dar 3 vueltas antes de continuar caminando). En tercer lugar se encuentran los de comprobación (p.ej., haber cerrado el gas o la puerta de casa), el cual es más característico del sexo masculino. Finalmente se sitúan los rituales de orden (p.ej., ordenar los libros por tamaño, o las camisas por colores).
Todos los anteriores constituyen muestras del amplio abanico de conductas que pueden estar asociadas a esta enfermedad. Lo más importante es comprender que se desarrollan para mitigar la ansiedad, y al conseguirlo, ello produce que se perpetúe el problema. Además, cuando se consigue un estado de relajación tras el acto, la persona parece “confirmar” que era importante hacerlo para prevenir un daño mayor. Por ello, en caso de no poder hacerlo, muchas veces aparece irritabilidad o agresividad.
Este es uno de los trastornos más frecuentes tanto en la población general como en la práctica clínica, por lo que resulta especialmente importante comprender su mecanismo para poder elaborar estrategias útiles para afrontarlo. Una de ellas es la Exposición con Prevención de Respuesta, perteneciente a la Terapia Cognitivo-Conductual. Si deseas conocer más acerca de esta, o del problema presentado, en nuestro centro de psicología, situado en Mataró, estaremos encantados de proporcionarte toda la información que necesites. Llámanos sin compromiso y te ofreceremos una atención profesional e individualizada.