Nos encontramos en una sociedad repleta de estímulos. La tecnologización y digitalización de casi todo nuestro entorno es una realidad cada vez más amplia y prácticamente incontrolable. Nuestras calles se encuentran repletas de señales publicitarias, tiendas con artículos de todo tipo, y una circulación frenética de vehículos. Si ya esto de por sí puede resultar estresante, añadámosle el uso de las pantallas, y en especial del móvil.
La sobre-estimulación ocurre cuando nos encontramos expuestos a una sobrecarga de estímulos sensoriales, como multitudes, ruidos, luces, información excesiva… Ante ello, nuestro cerebro puede tener dificultades para procesar, sintetizar y almacenar toda esta información. Si a esto le añadimos un descanso y alimentación inadecuada, puede suponer un “cocktail” que puede producir alteraciones como las siguientes:
- Fatiga o cansancio.
- Dolores musculares y de cabeza.
- Irritabilidad.
- Dificultades de concentración.
- Ansiedad y estrés.
- Sensibilidad aumentada.
- Tensión muscular.
Ante ello, y aunque pueda parecernos en cierta manera incontrolable, ya que estos estímulos van a seguir existiendo y repercutiendo en nuestro día a día, podemos amortiguar y reducir considerablemente su impacto adoptando diferentes estrategias. A continuación os proponemos algunas de ellas:
- Observar y detectar tanto los síntomas como aquellos estímulos a los que estamos más expuestos diariamente.
- Buscar ambientes tranquilos y alejados de tanta estimulación.
- Practicar técnicas de relajación o meditación (p. ej., respiración controlada, relajación muscular progresiva de Jacobson, o mindfulness).
- Establecer límites de tiempo y exposición a estímulos sensoriales (p. ej., reducir el tiempo de uso del móvil).
- Potenciar nuestras interacciones sociales, con pareja o con familiares.
- Planificar pausas y cuidar nuestro bienestar emocional.
Podemos caer fácilmente en la tendencia de vivir a través de las pantallas. Si bien es cierto que estas nos permiten acceder de forma inmediata a un sinfín de contenido e interactuar al momento con los demás, suponen un riesgo para la salud, y especialmente su uso excesivo e inadecuado. Permitámonos parar, observar a nuestro alrededor, y respirar. Nuestra mente y nuestro cuerpo nos lo agradecerán.
Contáctanos o acércate a nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró. Recibirás una atención profesional y personalizada, y podrás resolver todas las dudas que tengas. Estaremos encantados de atenderte.
– Eric Badia.