Soledad: conceptualización y causas
Como seres humanos, somos seres sociables. Desde que nacemos, aparecemos en un mundo en constante interacción con los demás. Empezamos por nuestros padres, y continuamos complementando nuestra vida con vínculos de amistad, de pareja, de compañeros… A pesar de ello, e incluso en situaciones donde hemos estado rodeados de diferentes personas, es posible que nos hayamos sentido solos.
La soledad es una emoción que aparece cuando percibimos que nos falta algo, o mejor dicho, alguien. Se trata de una sensación que podemos experimentar estando tanto físicamente solos, como cuando estamos acompañados, y tiende a ir acompañada de emociones como la incomprensión, la tristeza o la inseguridad. En el primer caso, el motivo de su aparición queda claro, pero en el segundo, podemos encontrar diferentes, de los cuales algunos de los más importantes son los siguientes:
- Vínculo: No tenemos el mismo vínculo con todas las personas que conocemos, y tampoco podemos pretenderlo. De esta forma, en según qué ámbitos sociales, podemos experimentar la sensación de soledad simplemente por no poseer una afinidad significativa con los que nos rodean.
- Pérdidas y/o experiencias negativas: El hecho de haber perdido a alguien importante puede precipitar sentimientos de vacío y de soledad, y especialmente cuando se trata de una persona con la que compartimos mucho. Junto a esto, haber sufrido experiencias negativas relacionadas con el rechazo, o la infravaloración, pueden acarrear que, aunque estas ahora no estén sucediendo, exista un sentimiento persistente de soledad.
- Autoestima y habilidades sociales: Si poseemos una imagen negativa de nosotros mismos, es fácil sentirnos distantes, diferentes o inferiores a los otros, lo cual nos acerca al sentimiento expuesto. Todo ello, si además lo juntamos con dificultades para interactuar y comunicarnos socialmente, supone una espiral que puede retroalimentar y perpetuar la situación.
- Incomprensión: Se trata de una situación, o sensación en sí misma, que va muy de la mano con la soledad. El pasar o estar pasando por situaciones difíciles y tener dificultades para comprender nuestras propias emociones, también provoca que percibamos que los demás no nos comprenden. Eso a veces se traduce en que exigimos a los otros la comprensión que nos falta a nosotros mismos, precipitando la sensación de soledad.
Existen otras situaciones y problemáticas donde este sentimiento puede aparecer. Especialmente cuando sufrimos un problema en concreto como la depresión, o dificultades relacionadas con la autoestima, esto puede hacerse patente de una manera significativa. Por ello, abordarlo desde la psicología y la psiquiatría resulta especialmente útil. Si tienes cualquier pregunta al respecto te invitamos a que nos contactes, estaremos encantados de ayudarte.