Luz de gas
La comunicación es un proceso de influencia constante. Nuestras interacciones están repletas de mecanismos, conscientes e inconscientes, que hacen de nuestras relaciones un proceso increíblemente rico a la par que complejo. En ocasiones, estos mecanismos se usan o adoptan la forma de manipulación, la cual puede ser utilizada para eludir la responsabilidad de algo, para culpabilizar al otro, para preservar la autoestima…entre otros.
La Luz de gas o gaslighting se considera un tipo de maltrato psicológico o de manipulación de la percepción de la realidad del otro, la cual es utilizada de manera consciente e inconscientemente para provocar que la otra persona dude de su propio criterio. Aunque puede adoptar diferentes formas, las más comunes son negar la realidad del otro, aportar información falsa para desorientar al otro, o afirmar algo que nunca ocurrió. Además, puede aparecer en cualquier ámbito, tanto en el familiar, social, académico/laboral o de pareja.
Algunas de las expresiones que utilizan las personas que lo ejercen son las siguientes:
- Estás loco/loca.
- Te lo estás imaginando o inventando.
- Eres demasiado sensible.
- Esto no ha pasado.
- Estás exagerando.
- Forma parte de tu inseguridad.
- Siempre haces lo mismo.
Como consecuencia de esto, la persona víctima de esta manipulación puede llegar a creer que está haciendo algo malo, sentirse insegura dañando significativamente su autoestima, y empequeñecerse hasta tal punto de ceder totalmente y depender de la opinión de los otros. Junto a esto, puede incluso alejarse de sus familiares o amigos por miedo a que confronten la relación, a que no lo entiendan, o a que juzguen.
¿Cuáles son las principales señales de alarma que nos pueden ayudar a detectarlo?
- El autor niega algo que la persona sabe.
- Hace comentarios sobre su salud mental.
- Procura alinear a los demás en su contra.
- Se sitúa como víctima, responsabilizando y culpando al otro.
- Agrede verbal o físicamente aspectos que son importantes para el otro.
Ante esto, algunas de las medidas que podemos tener en cuenta para afrontarlo son; pedir ayuda a un profesional, confiar en nuestra intuición, ser conscientes de nuestros valores, mantener y tener claros nuestros límites personales, acudir y fortalecer nuestras relaciones sociales y familiares.
Merecemos que nos respeten y que validen nuestras emociones, y si no es así, es importante respetarnos a nosotros mismos, ser asertivos, o bien alejarnos de aquellas fuentes que únicamente nos aporten malestar. La intervención psicológica, y especialmente el Entrenamiento en Habilidades Sociales, como componente de la Terapia Cognitivo-Conductual, se muestra como una alternativa muy útil para hacer frente a situaciones como la descrita.
Ponte en contacto con nuestro equipo. En el Gabinet Psicológic Mataró (GPM) te proporcionaremos una atención profesional e individualizada, y te ayudaremos a resolver todas tus dudas.