La adicción a las pantallas
El mundo evoluciona rápidamente, y junto a él es evidente el amplio desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas (móviles, ordenadores, aplicaciones, juegos…), que aparecen con diferentes objetivos, siendo uno de ellos el “optimizar” el tiempo, sea este dedicado al trabajo, al ocio, o a las relaciones sociales. Para ello, se busca la máxima eficiencia, creando plataformas en las que la interacción es inmediata. Junto a esto, pero, existe otra cara no tan agradable, y es el excesivo uso que se hace de ellas y las graves consecuencias que este produce en nuestra sociedad, de las cuales debemos concienciarnos, sin minimizar, con tal de prevenir daños todavía mayores.
La afectación aparece en todo tipo de población, tanto en los más pequeños como en las personas mayores. En este sentido, la instauración de tablets en los colegios es una realidad. Además, cada vez se proporcionan teléfonos a edades más tempranas. El problema pero, no es tanto la existencia de estos, sino el uso que le estamos dando. Así, debemos tener claro que la repercusión es tanto a nivel físico como psicológico, y tanto personal, como hacia los demás. En el primer caso, cada vez son más los accidentes por distracción. Nos vienen a la mente los de tráfico, pero son abundantes las situaciones (y más en estos meses) en las que mientras un adulto está distraído, su hijo se encuentra solo en la playa o la piscina. Otros problemas físicos se relacionan con los dolores de cabeza, la fatiga, los mareos, los problemas de vista, entre otros. Todos ellos no deben ser infravalorados, ya que afectan de manera directa a todos nuestros ámbitos, disminuyendo nuestro rendimiento e indirectamente nuestro bienestar emocional.
En concreto, los problemas psicoemocionales que pueden aparecer se relacionan con múltiples aspectos. El primero, y del cual se derivan casi todos los demás, es la adicción en sí. Ésta se define como el uso abusivo de las diferentes plataformas, necesitando realizar un uso cada vez mayor, y acarreando consecuencias significativas para la persona. En este sentido, aunque sea una “adicción comportamental”, conviene recordar que ésta posee todas las características de dependencia, abuso, tolerancia y abstinencia, al igual que en las adicciones a sustancias. Entre sus repercusiones, además de los problemas familiares, sociales y laborales evidentes que acarrea, encontramos diferentes síntomas y alteraciones que pueden aparecer derivados e incluso como causa de la adicción. Así, es muy común que la persona presente un abuso de sustancias, habitualmente alcohol, cocaína o cannabis. Además, los problemas de ansiedad y depresión son más que comunes. Estos, conllevan a su vez problemas de sueño, de alimentación, de concentración, entre otros. También merece la pena mencionar que problemas como los Trastornos de Personalidad (especialmente el Antisocial, Narcicista o el Límite), se encuentran entre los más característicos.
En ocasiones no está claro si la adicción es causa o consecuencia de las situaciones mencionadas, pero lo que sí parece evidente, es que los avances tecnológicos tienen una influencia clara y directa en nuestra sociedad, siendo relativamente fácil caer en un uso excesivo de ellos, y sobre todo en el exceso de confianza. Este último aspecto es especialmente importante, ya que se tienden a ignorar los aspectos negativos del uso y consumo diário de todas estas masivas herramientas.
Cada vez son más los casos que demandan intervención a causa de esta situación. En caso de tener indicios, dudas, o de sospechar de alguna situación peligrosa, no dudes en contactar con nuestro equipo terapéutico especializado en psicología y psiquiatría. Estaremos encantados de atenderte y de facilitarte toda la información que necesites.