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Listado de la categoría: Noticias

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Noticias

Sobreestimulación: caracterización y alternativas de manejo

Nos encontramos en una sociedad repleta de estímulos. La tecnologización y digitalización de casi todo nuestro entorno es una realidad cada vez más amplia y prácticamente incontrolable. Nuestras calles se encuentran repletas de señales publicitarias, tiendas con artículos de todo tipo, y una circulación frenética de vehículos. Si ya esto de por sí puede resultar estresante, añadámosle el uso de las pantallas, y en especial del móvil.

 

La sobre-estimulación ocurre cuando nos encontramos expuestos a una sobrecarga de estímulos sensoriales, como multitudes, ruidos, luces, información excesiva… Ante ello, nuestro cerebro puede tener dificultades para procesar, sintetizar y almacenar toda esta información. Si a esto le añadimos un descanso y alimentación inadecuada, puede suponer un “cocktail” que puede producir alteraciones como las siguientes:

 

  • Fatiga o cansancio.
  • Dolores musculares y de cabeza.
  • Irritabilidad.
  • Dificultades de concentración.
  • Ansiedad y estrés.
  • Sensibilidad aumentada.
  • Tensión muscular.

 

Ante ello, y aunque pueda parecernos en cierta manera incontrolable, ya que estos estímulos van a seguir existiendo y repercutiendo en nuestro día a día, podemos amortiguar y reducir considerablemente su impacto adoptando diferentes estrategias. A continuación os proponemos algunas de ellas:

 

  • Observar y detectar tanto los síntomas como aquellos estímulos a los que estamos más expuestos diariamente. 
  • Buscar ambientes tranquilos y alejados de tanta estimulación.
  • Practicar técnicas de relajación o meditación (p. ej., respiración controlada, relajación muscular progresiva de Jacobson, o mindfulness).
  • Establecer límites de tiempo y exposición a estímulos sensoriales (p. ej., reducir el tiempo de uso del móvil).
  • Potenciar nuestras interacciones sociales, con pareja o con familiares.
  • Planificar pausas y cuidar nuestro bienestar emocional.

 

Podemos caer fácilmente en la tendencia de vivir a través de las pantallas. Si bien es cierto que estas nos permiten acceder de forma inmediata a un sinfín de contenido e interactuar al momento con los demás, suponen un riesgo para la salud, y especialmente su uso excesivo e inadecuado. Permitámonos parar, observar a nuestro alrededor, y respirar. Nuestra mente y nuestro cuerpo nos lo agradecerán. 

 

Contáctanos o acércate a nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró. Recibirás una atención profesional y personalizada, y podrás resolver todas las dudas que tengas. Estaremos encantados de atenderte. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/07/tres-ninos-sofa-mirando-tablet-telefono-movil_98.webp 1069 1900 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-07-07 13:36:562023-11-28 17:12:33Sobreestimulación: caracterización y alternativas de manejo
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Comunicación no violenta: principios y necesidades

Somos seres esencialmente sociales, quizás la especie más social del mundo. Nos adaptamos, sobrevivimos y crecemos mediante la interacción con los otros, y para ello, hacemos uso de nuestro canal favorito: la comunicación. Esta supone una capacidad innata que nos permite compartir o intercambiar información con los demás, favoreciendo conformarnos una imagen o percepción tanto de estos como de nosotros mismos. Una comunicación deficiente puede ser causa de muchos problemas, principalmente interpersonales, restringiendo nuestras oportunidades sociales e incluso laborales. Por ello, conocer alternativas funcionales y sanas de comunicación es clave para potenciar una mejor adaptación, y por ende, un mayor bienestar.

 

“La violencia es la expresión trágica de necesidades no satisfechas. Es la manifestación de la impotencia y/o la desesperación de alguien que se encuentra tan desprotegido que piensa que sus palabras no bastan para hacerse entender. Entonces ataca, grita, agrede”. (Marshall Rosenberg). La comunicación no violenta fue introducida por este psicólogo americano especializado en comunicación y autoestima, el cual la definió como la capacidad para relacionarnos verbalmente con los demás, desde la empatía, el no juicio, y teniendo en cuenta tanto sus necesidades como las nuestras y las emociones. Así, se interesó en potenciar un estilo de comunicación que permitiera resolver conflictos y satisfacer nuestras necesidades. A partir de aquí, el propio autor propone diferentes principios y necesidades que subyacen a esta comunicación.

 

Los principios suponen pasos o elementos indispensables para llevar a cabo la comunicación no violenta, y los cuales deben tenerse en cuenta y respetarse en su totalidad. Bajo estos, el autor resalta la compasión, la cual es inherente a todo ser humano, pero debemos potenciar. Cuando actuamos en congruencia con esta, lo hacemos de una forma comprensiva y cercana, fomentando la cercanía y el respeto. Así, los principios son los siguientes:

 

  • Observación: El primer paso supone atender de una forma abierta, y especialmente hacia aquello que esté afectando a la calidad de la relación. 

 

  • Expresión de sentimientos: Consiste en externalizar cómo me siento yo, y procurar indagar cómo se está sintiendo el otro. 

 

  • Expresión de necesidades: Debemos analizar qué necesidades tenemos detrás de lo que sentimos, y de lo que siente el otro. 

 

  • Petición: Por último, planteemos qué necesitamos por parte del otro y cómo lo podemos expresar desde la empatía y el respeto. 

 

Por otro lado, existen las necesidades, las cuales subyacen a cualquier acercamiento con los demás. En este sentido, las personas poseemos necesidades que van mucho más allá de lo puramente fisiológico. Es decir, no solamente necesitamos comer y dormir, sino también amor, seguridad, apoyo, o libertad. El propio autor propone las siguientes: 

 

  • Necesidad de conexión
  • Necesidad de sentido
  • Necesidad de cercanía
  • Necesidad de autonomía
  • Necesidad de seguridad
  • Necesidad de integridad

 

Aunque la comunicación no violenta podría ser sinónimo a la asertividad, de la que tanto hemos hablado, fomenta y acentúa ese punto extra de no agresividad, un apunte especialmente importante hoy en día, donde la violencia en sus diferentes formas y sobre todo en la comunicación, está tan presente en nuestra sociedad. Trabajemos para cuidarnos, respetarnos y escucharnos a nosotros mismos y a los demás. Si lo conseguimos, podemos construir relaciones sanas y duraderas. 

 

En nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró, encontrarás a profesionales que te proporcionarán toda la ayuda e información que necesites. No lo dudes y ponte en contacto con nuestro equipo, será un placer atenderte.

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/06/comunicacion-no-violenta.jpg 565 847 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-06-30 13:04:182023-11-28 17:13:15Comunicación no violenta: principios y necesidades
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¿Cuál es la diferencia entre la psicología y la psiquiatría?

Dar el paso para pedir ayuda nunca es fácil, y cuando hablamos de salud mental todavía menos. No solamente por los posibles prejuicios que esto genera en algunas ocasiones, sino por la confusión que puede existir con relación a las competencias de cada especialista. A menudo, cuando acudimos a un profesional de la salud mental, desconocemos cuál es su especialidad, su método de trabajo, y, por lo tanto, sus recomendaciones. En ocasiones, incluso cuando nuestro médico de cabecera nos deriva, podemos dudar del especialista al que nos ha mandado. A esto, se le pueden añadir preguntas como el tipo de intervención que puede seguir este, ya que, y especialmente dentro de la psicología clínica, existen varias corrientes.

 

Por ello, el objetivo del presente artículo gira en torno a dilucidar las principales características y diferencias de cada uno de ellos, con tal de orientaros a poder dirigiros al profesional que más os convenga.  Hay que tener presente siempre que la mayor parte de responsabilidad en esta elección es del especialista en sí, el cual deberá guiaros en función de las dificultades y la sintomatología que aparezca. A continuación, se exponen algunos de los puntos principales a tener en cuenta:

 

  • Definición: La psicología es la disciplina científica que se encarga de estudiar el funcionamiento de la mente y comportamiento humano, con tal de promover el bienestar y la salud de las personas. Para ello, utiliza principalmente los principios del aprendizaje para indagar acerca de las emociones, los pensamientos o cogniciones y las conductas. La psiquiatría es aquella rama de la medicina que se encarga de estudiar y tratar las enfermedades mentales y cuyo objetivo es prevenir, diagnosticar, tratar y rehabilitar las patologías mentales, centrándose principalmente en la fisiología y la química del cerebro. 

 

  • Formación básica: Por lo tanto, el psicólogo no es médico, sino que proviene de la licenciatura en Psicología, y posteriormente podrá especializarse en Psicología Clínica o Sanitaria (recordemos que también existe la Psicología Social, Organizaciones o Educativa) con tal de poder trabajar con personas con problemas de salud mental. Por ello, no todos los psicólogos podrán tratar trastornos mentales o dificultades emocionales, únicamente podrán aquellos que se hayan formado para ello. El psiquiatra, en cambio, es médico y proviene de la carrera universitaria de Medicina. En este caso, todos los psiquiatras estarán habilitados para tratar a personas con problemas mentales.

 

  • Tipo de problemática: Aunque el denominador común es la salud mental, el psicólogo puede tratar alteraciones que no posean un diagnóstico específico, o cuyas características puedan ser menos graves o acentuadas. Así, resulta útil para todas aquellas personas que presenten algún síntoma leve que quieran tratar (ansiedad, síntomas depresivos, miedos…), o simplemente para aquellas personas que estén interesadas en realizar un trabajo personal para mejorar su calidad de vida, a pesar de no presentar ningún síntoma invalidante. El psiquiatra, en cambio, acostumbra a trabajar con problemáticas más acentuadas o de mayor dificultad, y cuando los síntomas resultan algo más limitantes, utilizando la prescripción de fármacos para aminorar el malestar de la persona. En este sentido, existen alteraciones como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar, en el que se recomienda la terapia combinada (fármacos y terapia psicológica), pero siempre deberá prescribirse una pauta de medicación. 

 

  • Metodología de trabajo y utilización de fármacos: Los profesionales de la psicología se centran tanto en la persona como en las relaciones que esta establece, el contexto social, las creencias, las emociones y el comportamiento. A partir de aquí se centran en dotar de estrategias y herramientas que faciliten la resolución de problemas emocionales y conductuales. Los psiquiatras enfatizan o van encarados hacia los aspectos fisiológicos y químicos del cuerpo humano, y debido a su origen, son únicamente estos los que podrán recetar medicación,  no poseyendo la formación necesaria para realizar terapia psicológica, a no ser que hayan complementado su formación con algún máster o posgrado universitario.

 

  • ¿Cuándo acudir a uno u otro?: Podemos ir al psicólogo, por ejemplo, cuando experimentemos dificultades a la hora de enfrentarnos a una situación que nos preocupa, cuando nos vemos superados por algún problema, cuando sintamos malestar en forma de ansiedad, tristeza, miedos…, si estamos atravesando un momento de cambio, pérdida o crisis, o simplemente en caso de no sentirnos del todo a gusto con nosotros mismos. Por otro lado, podemos dirigirnos al psiquiatra, por ejemplo, en caso de sufrir síntomas invalidantes como cambios de humor drásticos, tengamos problemas acusados para dormir o relacionados con la alimentación, aislamiento significativo, problemas acusados de concentración o pérdidas de memoria, o presentemos alucinaciones o delirios.

 

Como vemos, existen más similitudes que diferencias entre ellos y su trabajo, por supuesto, no es mutuamente excluyente. De hecho, en caso de necesitar tratamiento psiquiátrico, de bien seguro que necesitaremos un trabajo psicológico, el cual nos ayude a prevenir la aparición de síntomas que invalidantes, proporcionándonos herramientas que no solamente nos ayuden a resolver ciertos problemas, sino a mejorar nuestra calidad de vida en general y de manera global.

 

En nuestro centro contamos con ambos especialistas, por lo que si tienes cualquier duda o crees que puede beneficiarte nuestra ayuda, acércate o ponte en contacto con nosotros, te ayudaremos. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/06/diferencia-psicologo-psiquiatra-1.jpg 1000 1500 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-06-23 13:48:492023-11-28 17:14:09¿Cuál es la diferencia entre la psicología y la psiquiatría?
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Señales de haber crecido en soledad

A menudo, a pesar de estar en un mundo social, en un entorno donde parece casi imposible no interactuar (sea presencial o de forma digital), podemos sentirnos solos. Así, aunque realmente estemos rodeados de personas, el grado de confianza, intimidad y comunicación puede ser muy bajo, fomentando el sentimiento que aquí exponemos. Por ello, no es necesario estar real y físicamente solos, solo necesitamos sentirlo, y esto a veces es difícil de entender. Además, en muchas ocasiones este sentimiento queda enmascarado por otros como tristeza, apatía, impotencia, frustración o incluso ansiedad, siendo complicado detectar que lo realmente importante para la persona es que se siente sola. Y además, esta puede adoptar diferentes mecanismos para gestionarlo, siendo el más común el aislamiento o la desvinculación.

 

La soledad se define como aquel estado mental que puede surgir ante la soledad física o en compañía, y en la que aparecen sentimientos como la incomprensión, la falta de apego con los demás, la inseguridad o la sensación de vacío. Además, aunque se han propuesto diferentes subtipos (existencial, emocional, positiva, transitoria y crónica), no existe consenso acerca de ellos. Sea como sea, esta emoción supone uno de los motivos que nos encontramos más a menudo en la práctica clínica, pero es necesario realizar una evaluación y exploración minuciosa del caso para poder detectarlo y en consecuencia trabajarlo. Por ello, a continuación se exponen algunas de las principales señales que nos indican que la persona ha crecido en soledad o sintiéndose sola:

 

  • Sentirnos solos a pesar de estar rodeados de gente.
  • Mostrarnos dependientes, es decir, aferrándonos mucho a los demás.
  • Poseer una baja autoestima.
  • Tener dificultades para definirnos a nosotros mismos, es decir, problemas de identidad.
  • Vernos incapaces o sin habilidades para establecer vínculos.
  • Sentir que somos poco valorados por el grupo o los demás.
  • Mostrar desconfianza o miedo hacia los demás y las relaciones.
  • Sentirnos excesivamente incomprendidos por los demás.
  • Disculparnos constantemente y ser excesivamente serviciales. 
  • Tener dificultades para gestionarnos emocionalmente. 
  • Necesidad de llamar la atención. 

 

Como vemos, existen diferentes características que pueden evidenciar que la persona ha podido crecer en un entorno poco cohesionado, o simplemente sintiéndose diferente o apartada. Estas señales son claves para entender el malestar que pueda estar experimentando ahora, y resultará muy importante trabajarlo en terapia. En este sentido, la Terapia Cognitivo-Conductual, con componentes como la Reestructuración Cognitiva y el Entrenamiento en Habilidades Sociales, pueden ser herramientas clave. 

 

En nuestro centro contamos con profesionales formados en esta y otras intervenciones que pueden ayudarte a trabajar cualquier dificultad. Ponte en contacto con nosotros y te facilitaremos toda la información que necesites. 

 

– Eric Badia.

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Noticias

¿Qué decir y qué evitar si una persona padece ansiedad?

La ansiedad, y específicamente los trastornos de ansiedad, afectan a un 6,7% de la población, correspondiendo un 8,8% de este porcentaje a las mujeres, y un 4,5% a hombres. Sin embargo, si además de las patologías como tales incluimos aquellas personas que presentan signos y síntomas de ansiedad, las cifras aumentan hasta un 10,4% de la población española. Por ello, nos encontramos ante una problemática frecuente y significativa, la cual afecta a un gran número de personas. 

Hasta ahora hemos hablado mucho de la definición, las características y las repercusiones de la ansiedad, entendiéndola como un mecanismo de defensa y alarma que aparece cuando percibimos un peligro real o imaginario, y en la que se dan una serie de síntomas como temblor, sudoración, taquicardia, hormigueo, visión borrosa… Entre otros. Junto a esto, pero, también resulta especialmente interesante e importante, saber como podemos manejar la situación cuando una persona sufre esta problemática. En la mayoría de ocasiones lo que buscamos es tranquilizar rápidamente al otro, con la intención de que deje de sufrir de inmediato, pero no dándonos cuenta de lo que hacemos, muy posiblemente es potenciar los síntomas y la preocupación. Por ello, a continuación se explicitan una serie de frases que, por un lado, debemos evitar, y otras a utilizar en estas situaciones:

 

¿Qué debemos evitar decir cuando una persona sufre ansiedad?

 

  • “No tienes nada de que preocuparte, no sé por qué estás así”
  • “Piensa en cosas positivas, ya verás que todo va bien”
  • “Sé fuerte y échale garra que no es para tanto”
  • “Deberías estar agradecido por lo que tienes y dejar de preocuparte tanto”
  • “Deja de darle vueltas que no merece la pena”

 

¿Qué podemos decir cuando una persona sufre ansiedad?

 

  • “Estoy aquí, no me voy de tu lado”
  • “Te apoyaré pase lo que pase”
  • “¿Cómo puedo ayudarte? Te escucho”
  • “Respira profundamente, lo solucionaremos”
  • “Puedes hablar conmigo, si te apetece”

 

El objetivo es acompañar a la otra persona, estar al lado y escuchar. No debemos forzarla a que cambie inmediatamente su estado de ánimo, y debemos tener paciencia. El otro puede sentirse muy incapacitado y descontrolado, por lo que mensajes taxativos o muy directivos pueden incrementar estas sensaciones. 

 

Si deseas conocer más o quieres recibir nuestra ayuda, ponte en contacto con nosotros. Estamos situados en el centro de Mataró, y contamos con un equipo de psicólogos y psiquiatras que te proporcionarán toda la información que necesites. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/06/ansietat.jpg 1280 1920 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-06-09 13:11:442023-11-28 17:28:24¿Qué decir y qué evitar si una persona padece ansiedad?
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Límites en pareja: importancia y ejemplos

Cuando iniciamos una relación, empezamos un proyecto común, el cual puede tener una mayor o menor duración, pero en el cual será importante trabajar y colaborar para fomentar un equilibrio saludable tanto a nivel individual como relacional. Después de un cierto tiempo donde la novedad y la intensidad facilitan la fluidez, será clave potenciar y mantener ciertos ingredientes. Entre ellos se encuentran la comunicación, la intimidad, la cooperación, y, como uno de los factores más importantes, el poner límites.

 

Es absolutamente normal que ciertos aspectos de nuestro día a día y de nuestra vida pasen a formar parte del otro, y que nos sintamos más completos cuando hacemos o contamos con la otra persona, pero esto no debe impedir que nos continuemos sintiendo libres, autónomos, e individualmente felices y satisfechos, reduciendo o impidiendo así la dependencia hacia el otro. En este sentido, cuando cedemos continuamente y no exponemos lo que necesitamos, ni ponemos freno a ciertas conductas o peticiones, podemos notar como nos vamos desgastando. Acabamos sintiéndonos cada vez más frustrados, y pudiendo sacar este malestar en forma de rabia, irritabilidad y reproches hacia el otro. Por ello, el poner límites surge como una de las herramientas fundamentales en una relación, ya que fomentan el respeto y la confianza de ambas partes, debiendo ser explicitados tanto individualmente como en pareja.  

 

A continuación se exponen los principales y algunos ejemplos:

 

  • Privacidad personal: Es el primero y el más importante. Como hemos dicho, conservar nuestra intimidad y privacidad es clave para fomentar la confianza, y reducir la dependencia. Por ejemplo, acordar no mirar el teléfono del otro, o no sentirnos forzados a compartir cierta información del pasado.

 

  • Familiares: También resulta interesante pactar límites con relación a las familias. Por ejemplo, acordar aproximadamente la frecuencia de visitas mutuas, o detalles que nos sentimos cómodos, que conozcan o no de la relación.

 

  • Comunicación: Es a través de esta con la cual establecemos los principales límites en la relación. Por ello, por ejemplo, procurar cero tolerancia a los gritos e insultos puede ser un buen punto de partida. 

 

  • Autonomía: Respetar nuestro espacio es clave. Así, es especialmente importante procurar tomar nuestras propias decisiones, trabajar hacia metas personales y cuidar y potenciar nuestro tiempo a nivel individual mediante actividades y planes que nos llenen.

 

  • Espacio físico: A veces se nos olvida la importancia de cuidar y respetar tanto nuestros espacios como los del otro. Que cada uno tenga su espacio en casa, no solo para la ropa, sino para otros aspectos, es muy sano. Incluso estando en el mismo espacio, poner cierta distancia para fomentar la libertad e individualidad es clave.

 

  • Economía: Pactar la forma en que se gestiona la economía también da mucha tranquilidad, y fomenta la confianza mutua. Cada relación decide si todo se hace en común o cierta parte por separado, pero es importante poner límites al gasto, y al uso que se le da al dinero. 

 

  • Tareas domésticas: Colaborar y pactar tareas a realizar en colaboración e individualmente también es sumamente importante. Cada uno tendrá su criterio, así que es importante encontrar un cierto equilibrio entre ambos.

 

  • Redes sociales: Por último, y no menos relevante, resulta clave decidir tanto los detalles que se comparten en redes como el tiempo que se invierte en ellas estando juntos. 

 

En nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró, contamos con profesionales de diferentes especialidades, entre los que se encuentran terapeutas de pareja. Si quieres mejorar aspectos de tu relación, o te interesa cualquier otro tema, ponte en contacto con nosotros. Te proporcionaremos toda la información y ayuda que necesites. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/06/como_tener_una_relacion_de_pareja_sana_4851_orig.jpg 483 724 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-06-02 13:10:382023-11-28 17:52:05Límites en pareja: importancia y ejemplos
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5 estrategias a utilizar ante un ataque de ansiedad

Un ataque de ansiedad se define como la aparición súbita y rápida de miedo o malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos, y durante este tiempo se producen diferentes síntomas, los cuales habitualmente se perciben a la vez, o de una forma progresivamente rápida. Entre los principales síntomas encontramos palpitaciones o taquicardia, sudoración, temblor, dificultades para respirar, sensación de ahogo o molestias en el tórax. También, en algunos casos, náuseas, mareos, escalofríos, y preocupaciones como miedo a perder el control o a morir. 

 

Es valioso tener en cuenta que no es necesario que aparezcan todos los síntomas para conformar un ataque de pánico. Además, es importante saber que estos suponen la predisposición del organismo para prepararse para “atacar” o para huir. Es decir, es un mecanismo de defensa y supervivencia que se activa cuando percibimos un peligro. Asimismo, puede producirse en un estado de calma o de nerviosismo, asociado a un estímulo o situación en concreto (fobia específica), a varias (p. ej., agorafobia), o de forma inespecífica. 

 

Este resulta ser un fenómeno muy común, ya sea de forma aislada en algún momento de su vida, o bien de manera más recurrente. Es por eso, que a continuación se proporcionan 5 estrategias que pueden resultar útiles en caso de sufrir un ataque de ansiedad:

 

  • Controlar la respiración. En muchas ocasiones los ataques de ansiedad son originados o potenciados por una desregulación de la respiración. La ansiedad activa el sistema nervioso simpático, el cual prepara al cuerpo para la acción, mediante la liberación de adrenalina y noradrenalina. Esto provoca cambios como la dilatación de las pupilas, aumento de la presión arterial, y se acelera la tasa respiratoria para generar más oxígeno en sangre. Toda esta activación puede regularse mediante una respiración pausada, diafragmática y profunda. 

 

  • Controlar y sustituir los pensamientos negativos. Es normal pensar que vamos a tener un infarto, o que nos estamos volviendo locos, pero nada más lejos de la realidad. Únicamente estamos sufriendo una serie de síntomas que, al ser nuevos y extraños, nos hacen creer en esa posibilidad, pero que no llevan a sufrir ningún tipo de consecuencia. Podemos hacernos preguntas como: ¿Realmente no controlo lo que estoy haciendo? ¿Puede permanecer con estos síntomas?

 

  • Proporcionarnos autoinstrucciones positivas. Es importante animarnos con tal de afrontar estos momentos de la mejor manera posible, empoderándonos. Ejemplos pueden ser mensajes como “puedo con ello”, “no me va a vencer”, “tiene una duración limitada”, “respira lentamente, esto es solo ansiedad”, “no voy a dejar que me controle”. 

 

  • Controlar las respuestas de evitación o escape. Solemos responder ante la ansiedad como lo haríamos ante un peligro real, es decir, corriendo, escapando, o huyendo. Esto retroalimenta la ansiedad, y nos puede limitar cada vez más en nuestro día a día. Eso se debe a que solemos tender a evitar situaciones donde ya hemos sufrido ataques de ansiedad.

 

  • Aceptación de la emoción. Por último, si conseguimos todo lo anterior, repercutirá en conseguir aceptar la ansiedad, entendiendo que no es más que un miedo intenso e irracional. Si nos enfrentamos a él, quitándole el valor y la potencia, este disminuirá significativamente. 

 

Si quieres conocer más acerca de ello, o tienes cualquier otra pregunta, ponte en contacto con nuestro equipo de psicólogos y psiquiatras, situados en Mataró, te ayudaremos. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/05/29_sabado_ataque-de-ansiedad.jpg 737 1104 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-05-26 14:26:582023-11-28 17:52:515 estrategias a utilizar ante un ataque de ansiedad
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La catarsis: qué es y en qué consiste

En nuestro día a día, es común escuchar términos relacionados directa e indirectamente con el mundo de la psicología para referirnos tanto a problemáticas como a diferentes fenómenos. Por ejemplo, “creo que soy un poco bipolar”, o “tengo TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)”, o “esta persona me está psicoanalizando”… En la mayoría de ocasiones, aunque estas palabras puedan guardar cierta relación con lo que queremos describir, van mucho más allá de lo que pensamos, constituyendo patologías o procesos más significativos y complejos de lo que pensamos. 

 

Este es el caso de la catarsis. Seguramente habremos utilizado en algún momento esta palabra, o habremos oído hablar de su importancia o aparición en terapia. Pues bien, este término tiene su origen ya en la antigua Grecia, y era utilizado en la literatura para describir la liberación emocional de un personaje a través de una experiencia transformadora. En psicología, de la misma forma, se refiere a la liberación emocional de una persona a través del proceso terapéutico. Así, se basa en la idea de que nosotros, los seres humanos, tenemos emociones reprimidas que es importante liberar para sanar. Y esta liberación, puede permitirse o darse de diferentes maneras, como pueden ser la meditación, la expresión artística, el llanto, y por supuesto, la terapia. Dependiendo del tipo de orientación terapéutica, se hará más o menos énfasis en su importancia, siendo el psicoanálisis su principal precursor.

 

De esta forma, desde sus orígenes con Breuer y su método catártico como principal artífice, se sugiere que liberar estas emociones reprimidas puede llevar a un alivio emocional y, por tanto, a una reducción del malestar y el estrés, fomentando la sanación emocional. En cada paciente deberán adecuarse las técnicas y herramientas para permitirle desbloquearse y exteriorizar, siendo clave la adaptación a sus características. 

 

Junto al psicoanálisis, este método ha sido adaptado por otras orientaciones, como por ejemplo la Terapia Humanista, entre las que se encuentra la Gestalt. Además, se ha utilizado con pacientes que sufren diferentes patologías: trastornos de ansiedad, estado de ánimo (p. ej., depresión), o incluso abuso de sustancias. Así, constituye un objetivo que puede ser de por sí terapéutico, aunque no supone una condición imprescindible. Para cada persona será importante plantear unos objetivos adecuados a su caso.   

 

Ponte en contacto con nuestro equipo de psicólogos y psiquiatras, en Mataró, para recibir más información. Estaremos encantados de escucharte y de atenderte. 

 

– Eric Badia.

https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2023/05/Catarsis-liberacion-emocional.webp 579 1000 Bet https://gabinetpsicologicmataro.com/wp-content/uploads/2024/02/logo-100-2-300x138.png Bet2023-05-19 13:57:392023-11-28 18:38:16La catarsis: qué es y en qué consiste
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Características y causas de la depresión en la vejez

La depresión, como todas las demás enfermedades mentales, no tienen edad. Esto significa que pueden afectar tanto a niños, como a adultos y a personas en edad avanzada. En este sentido, 1 de cada 4 personas mayores de 65 años sufre depresión en España.  De esta forma, debemos tener claro que nadie está eximido de sufrir estas problemáticas, aunque como a continuación veremos, presentará síntomas y características diferentes en función del momento evolutivo. 

 

La depresión se entiende como aquella problemática en la que existe un estado de ánimo bajo o deprimido, además de una disminución del interés y el placer por todas o casi todas las actividades. Aunque estos serían los principales síntomas, aparecerían otros como el insomnio o la hipersomnia, el aumento o disminución del apetito, los sentimientos de culpa, la falta de concentración… En el caso de las personas mayores, se ha evidenciado que los principales síntomas son los siguientes:

 

  • Estado de ánimo persistente de tristeza o “vacío”.
  • Sentimientos de desesperanza, inutilidad, culpa e impotencia.
  • Irritabilidad e inquietud.
  • Apatía.
  • Pérdida de interés y desvinculación de actividades que resultaban gratificantes.
  • Lentitud motora (movilidad, habla…).
  • Dificultades de concentración.
  • Pensamientos de muerte o suicidio.

 

Entre las principales causas, encontramos las siguientes:

 

  • Mudanza (p. ej., a un centro de tercera edad).
  • Hijos que dejan el hogar.
  • Sentimientos de soledad o aislamiento (principalmente después de la pandemia de COVID).
  • Pérdida de amigos cercanos o del cónyuge.
  • Otras problemáticas como problemas de ansiedad o de consumo (principalmente alcohol).
  • Pérdida de independencia y sentimiento de culpa por considerarse una carga.
  • Limitaciones y pérdida de las capacidades físicas.
  • Deterioro o pérdida de las capacidades cognitivas (memoria, atención, concentración…).
  • Dolor y enfermedades. 

 

Las personas mayores acostumbran progresivamente a quedarse más solas, y en ocasiones no le damos importancia a mantener un contacto y cuidado que no solo actúe de manera preventiva contra patologías como la depresión, sino que fomente y potencie los vínculos que ya teníamos creados con ellos, pero que quizás los hemos ido olvidando con el paso de los años.

 

Ponte en contacto con nuestro equipo de terapeutas, en Mataró, para recibir toda la información que necesites. 

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La respiración controlada o diafragmática

Son muchas las técnicas que se han diseñado dentro de la psicología clínica, las cuales se encaran a paliar o mejorar síntomas desde diferentes vertientes. (p. ej., la reestructuración cognitiva para disminuir los pensamientos y creencias negativas; el EMDR para el reprocesamiento emocional de experiencias impactantes y significativas…). Todas ellas comparten el objetivo de procurar, potenciar y mejorar el estado de ánimo de la persona. Entre ellas, también aparecen las técnicas de relajación y/o de desactivación psicofisiológica, en las cuales se encuentran las técnicas de respiración.

 

Aunque se utilizan principalmente para mejorar los síntomas relacionados con el estrés y la ansiedad, lo cierto es que cada vez son más los programas y protocolos que las añaden a su repertorio (p. ej., Terapia Cognitiva basada en Mindfulness). La respiración es una de las funciones principales de los organismos. Gracias a ella obtenemos el oxígeno, el cual es un elemento fundamental para poder fabricar la energía que necesitamos. Respirar de forma correcta ayuda a mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo. Cuando estamos estresados o angustiados, es común sobre respirar o hiperventilar, es decir, respirar más de lo normal.

 

Así, una de las consecuencias de la sobre activación es la hiperventilación o sobre respiración, que puede producirse de diversas formas: respirar demasiado rápido y de forma superficial, respirar demasiado profundamente, tomar grandes bocanadas de aire, etc. El hecho de respirar por encima de nuestras necesidades pone en marcha una serie de cambios en nuestro organismo, algunos de los cuales permiten ajustar de nuevo el “sistema”. Sin embargo, estos cambios provocan una serie de sensaciones que pueden percibirse como desagradables. Por ejemplo, calambres, mareo, sensación de calor/frío, flojera de piernas, palpitaciones, temblor, sensación de ahogo.

 

Por ello, la respiración controlada es un procedimiento que ayuda a reducir la activación fisiológica y, por tanto, a afrontar la ansiedad. La técnica consiste en aprender a respirar de un modo lento: 8 o 12 respiraciones por minuto (normalmente respiramos entre 12 y 16 veces por minuto). Estas no deben ser demasiado profundas y empleando el diafragma en vez de respirar solo con el pecho.

 

¿Por qué tenemos que respirar de forma lenta, regular, diafragmática y no demasiado profunda? 

 

  • Lenta y regular: Todos hemos observado que cuando una persona duerme o está a punto de hacerlo, respira de forma más lenta y regular de lo normal. Esto facilita que desciendan las constantes vitales: el ritmo cardíaco, la tensión sanguínea, la tensión muscular, etc. Por tanto, cuando estamos nerviosos, conviene respirar más lentamente.

 

  • Diafragmática: Muchas veces, cuando respiramos, llevamos el aire solo hasta la zona media de los pulmones y la sangre se oxigena poco. Cuando respiramos de forma superficial, el aire presiona las costillas y el pecho se mueve. Es más aconsejable, intentar llevar el aire hasta la parte inferior de los pulmones para oxigenar la sangre de forma adecuada. Cuando hacemos esto, el diafragma se contrae, presiona el abdomen y este se eleva.

 

  • No demasiado profunda: Es importante coger una cantidad de oxígeno suficiente para que nuestro cuerpo tenga la energía necesaria, pero tampoco conviene hiperventilar. 

 

De esta forma, el ejercicio consiste simplemente en respirar de un modo lento, regular, diafragmático y no demasiado profundo. Inspirando por la nariz durante 3 segundos utilizando el diafragma, y espirando por la nariz o por la boca durante 3 segundos, haciendo una breve pausa ante de volver a inspirar (respiración controlada). Si lo practicamos durante unos 5 minutos, un mínimo de 3 veces al día, podemos conseguir que esta pauta de respiración se automatice. De esta manera, prevendremos el aumento de activación de nuestro cuerpo, y, por tanto, síntomas como la ansiedad o el estrés.

 

Si quieres conocer más, o te interesa alguna otra técnica, acude a nuestro centro de psicología y psiquiatría, en Mataró, te ofreceremos toda la ayuda que necesites. 

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