¿Cuáles y qué son los Trastornos Disociativos?
La mente humana es uno de los elementos más complejos que existen. Aunque se conoce mucho acerca de su funcionamiento, habiéndose descrito una multiplicidad increíblemente variada de fenómenos y alteraciones, algunos no pueden dejar de sorprendernos. Entre los más estudiados, están los problemas de memoria y de diferentes habilidades cognitivas. Lo más curioso, y como a continuación se verá, es que algunos de ellos parecen asociados a ciertos procesos o acontecimientos emocionales, por lo que tienen interés tanto desde la neurociencia, como desde la psicología y psiquiatría.
La disociación se define como la división o desconexión entre elementos que habitualmente se encuentran vinculados o asociados entre sí. En este sentido, los Trastornos Disociativos representan un grupo de psicopatologías caracterizadas por alteraciones o fallos en la memoria, la identidad, la conciencia y/o la percepción. Así, conllevan una desconexión entre pensamientos, recuerdos y acciones que pueden provocar que la persona salga de la realidad de forma involuntaria, causando problemas graves en su funcionamiento diario, y pudiendo tener una duración de minutos a años. Además, aunque su prevalencia en la población general es relativamente baja (2-3%), frecuentemente aparecen ante sucesos potencialmente estresantes, y especialmente ante los traumáticos. Para comprender esto último se ha propuesto la idea de que, cuando sufrimos o estamos delante de un acontecimiento grave/extremo, nuestra mente necesita escapar o evadirse de eso, por su potente impacto emocional. Es decir, la disociación actuaría como un mecanismo de defensa.
Es importante tener en cuenta, que la disociación en sí misma es dimensional, es decir, que no es cuestión de todo o nada sino que existe un continuo de gravedad. Por ejemplo, en su forma leve, podría ocurrir que estemos conduciendo y no seamos conscientes de haber recorrida los últimos 2 kilómetros. O justo acabar de dejar un objeto en algún sitio y no recordar dónde lo hemos puesto. En estos casos no hablaríamos de patología. En cambio, los cuadros que ahora expondremos, todos englobados dentro de la categoría de Trastornos Disociativos, sí suponen una alteración significativa, y principalmente por la limitación que suponen en la vida de la persona:
- Amnesia disociativa: Supone la incapacidad para recordar información personal importante, no debida al olvido ordinario por el hecho de ser más extensa de lo normal. Habitualmente consiste en olvidar acontecimientos importantes. En esta, actualmente se puede especificar una alteración denominada fuga disociativa, fenómeno en el cual la persona recorre largas distancias y de repente se da cuenta de que no reconoce dónde está ni cómo ha llegado hasta allí.
- Trastorno de identidad disociativo/Trastorno de Personalidad Múltiple: En este caso, hablamos de una perturbación en la cual se muestran en la persona 2 o más personalidades claramente definidas. Se acompaña de alteraciones en la afectividad, el comportamiento, la percepción, la memoria y el conocimiento. Así, podríamos decir que conviven en un mismo cuerpo, dos o más personas con sus respectivas realidades.
- Despersonalización/Desrealización: Se caracteriza por la presencia de experiencias persistentes o recurrentes de irrealidad, distanciamiento o ser observador externo respecto uno mismo (despersonalización), o experiencias de irrealidad o distanciamiento respecto al entorno (desrealización). Acostumbra a aparecer en las crisis de pánico, las cuales principalmente se dan en los trastornos de ansiedad. Además, el sentido de realidad cuando se produce esta alteración suele estar intacto.
Estas problemáticas, en su formato leve son bastante frecuentes. Como alteración, su prevalencia va progresivamente en aumento, lo cual evidencia la importancia de conocerlas y diseñar estrategias de intervención adecuadas. Si deseas conocer más, o te interesa algún otro tema, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicólogos situado en Mataró. Estaremos encantados de ayudarte.