Realizar un proceso terapéutico es una experiencia casi imprescindible. Son ya muchos los estudios que proponen realizar psicoterapia como primer recurso para una gran variedad de dificultades (p.ej., ansiedad, depresión, problemas de autoestima…), poniéndola incluso por delante de la medicación. Pero no solamente esto, sino que puede suponer una experiencia de autoconocimiento y crecimiento individual espectacular.
En muchas ocasiones, aunque vemos claramente que ciertas personas en nuestro entorno podrían beneficiarse mucho de acudir a terapia, nos cuesta que tomen la iniciativa y se comprometan. Muchas veces por miedo, otras por desconocimiento, y otras por minimizar tanto su problemática como la importancia de realizar un trabajo emocional y personal. Por ello, a continuación os proporcionamos algunas claves que pueden ayudaros a animar y potenciar que las personas acudan a un servicio psicológico:
- Escuchar y observar abiertamente: Este es el primer paso, y sin este no pueden existir los demás. En ocasiones olvidamos el simple hecho de atender y escuchar de la forma más abierta posible al otro, sin juzgar ni opinar según lo que nosotros consideremos. Comprender al otro y hacerle sentir validado es clave.
- Desestigmatizar: Ir al psicólogo no significa estar “loco”, o la necesidad de tener un problema significativo. Supone una experiencia de crecimiento personal, en la que principalmente se dan herramientas para potenciar que la propia persona elabore y saque a relucir sus propios recursos para hacer frente a una situación o situaciones externas o internas, o mejorar algún atributo o aspecto de su vida personal. Entender esto y transmitirlo puede ser útil incluso como única herramienta.
- Informar: Con tal de potenciar el paso anterior, conviene informar sobre los objetivos y los beneficios de la terapia psicológica. Para ello, debemos intentar recopilar información comprensible y útil, o incluso podemos llamar a algún servicio para simplemente reunir información para la persona.
- Reconocer nuestros límites: Este paso puede resultar complicado. Alejarnos y aceptar que no debemos asumir toda la responsabilidad de la situación de la persona que nos preocupa, es importantísimo, pero también muy difícil. Queremos encontrar una solución, hacerla sentir bien, y evitar su sufrimiento, pero nuestra ayuda llega hasta cierto punto, y es importante delegar esta función a un profesional teniendo claro pero, que nuestro papel seguirá siendo importante en todo el proceso.
- Proponernos como acompañantes: Algo que muchas veces aparece como detonante para acudir, es que nos propongamos como acompañantes de la persona. Esto puede facilitar que ésta se sienta segura, y no sola ante su situación. Posteriormente será ésta (en el caso de adultos) la que decida si quiere que entremos con ella en la sesión.
Decidir ir al psicológo no es fácil, supone un proceso de introspección y una decisión valiente, ya que inicialmente nos encontraremos con alguien desconocido, con el cual, si creamos un buen vínculo, nos iremos abriendo para profundizar en nuestras preocupaciones. El primer paso puede ser el que más cuesta, pero una vez abierta la puerta, podemos descubrir un mundo maravilloso.
Te animamos a que acudas a nuestro gabinete de psicología, situado en Mataró, para conocernos y adentrarte en lo que puede ser un proceso de cambio y mejora para ti y para tu entorno. Te atenderemos y te proporcionaremos toda la información que necesites.