La terapia cognitivo-conductual es una terapia psicológica de larga trayectoria que se basa en la relación que existe entre pensamiento, emoción y conducta. Postula que la forma que tenemos de entender el mundo y por tanto, de interpretar las cosas que nos suceden, determinan directamente las emociones que sentimos y consecuentemente las conductas que llevamos a cabo. Interpretar negativamente un suceso, necesariamente nos llevará a tener emociones negativas y probablemente conductas desadaptativas. Contrariamente, interpretar un hecho de forma positiva nos conducirá a sentir emociones positivas y a realizar conductas que nos van a favorecer. La terapia cognitivo conductual adopta la tesis de que la conducta humana es aprendida y que este aprendizaje no se debe únicamente a al binomio estímulo-respuesta. De hecho, apuntan a la formación de relaciones de significado personales, esquemas de conducta o reglas.