Existe un amplio abanico de constructos y problemáticas que nos ayudan a definir y contextualizar no sólo el malestar o la disfuncionalidad de los individuos, sino también rasgos o características más estables, como son los trastornos de la personalidad. Así, más allá de problemáticas como la ansiedad (englobando fobias y otros problemas), depresión, dificultades relacionadas con el neurodesarrollo (TDAH, problemas de aprendizaje…), entre otros, existen aspectos, más arraigados de nosotros mismos, y aparentemente menos observables, que pueden limitar nuestras vidas y generar malestar tanto a nosotros mismos como a los demás.
Así pues, los Trastornos de Personalidad se definen como patrones permanentes e inflexibles de experiencia interna y de comportamiento que se apartan de las expectativas de la cultura de la persona. Estos además, engloban la cognición (forma de percibir e interpretarse a uno mismo y al mundo), afectividad (mundo emocional), el funcionamiento interpersonal y el control de impulsos. Sabemos que el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC, sin ser de personalidad), engloba una serie de pensamientos, ideas o sensaciones (obsesiones) y comportamientos repetitivos e indeseables (rituales) que impulsan a la persona a hacer algo para prevenir algún daño y/o para reducir estas obsesiones.
El TOCP, en congruencia con la definición de Trastorno de la Personalidad, se caracteriza por un patrón estable de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal a costa de la flexibilidad, la apertura y la eficiencia. Entre sus rasgos más destacados se encuentran los siguientes:
- Preocupación por los detalles, reglas, listas, orden, organización u horarios hasta el punto de que se pierde el punto más importante de la actividad.
- Perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas.
- Excesivamente devoto del trabajo y la productividad hasta la exclusión de actividades placenteras y amistades.
- Escrupulosidad e inflexibilidad sobre cuestiones de moral, ética o valores.
- Dificultad para descartar objetos inservibles o sin valor aun cuando no tengan siquiera un valor sentimental.
- Rigidez y terquedad.
Así pues, a diferencia del TOC, el TOCP no presenta obsesiones y/o compulsiones característicos del primero, y muestra en cambio, un patrón de rigidez e inflexibilidad acentuados, los cuales se muestran en la mayoría de ámbitos de la vida de la persona. Es importante recordar que uno no excluye al otro, es decir, que pueden presentarse ambas problemáticas a la vez en un mismo individuo.
Son diversas las categorías que se han utilizado para definir las patologías mentales. Es importante conocer sus características de cara a elaborar tratamientos útiles y eficaces que beneficien lo máximo posible y de una manera eficiente. Si tienes alguna pregunta o te interesa conocer más, en nuestro centro de psicología, en Mataró, encontrarás toda la información que necesites.